| EN PLENO VUELO
 
 El flamante Boieng 777  ya carretea por ZEIZA…                                                                          …                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      Los motores más potentes de la aviación comercial del momento están consiguiendo despegar mi cuerpo del suelo argentino por primera vez en la vida. En verdad es obra de mi madre, ella me  empujó a tomar esta decisión de subirme a un avión muy a pesar mío. Así es, me largo a esta corajeada  porque  ella  está viviendo lejos, y porque no sé cuánto tiempo hace que no nos vemos. Y porque encima la última vez que llamó me dijo que estaba enferma, y que quería verme apenas yo pudiera. He dudado mucho, pero después de pensarlo concienzudamente aquí me estoy yendo…                                       …                                                                                                                                                           Desde la ventanilla veo cómo algunas  palomas también alzan su vuelo a un costado de la pista. Realmente salen despavoridas del camino. Porque ellas pueden, en cambio yo  debo quedarme  muy quietita acá, bien atada al asiento hasta que esto  levante del todo, y dejar que me lleve hasta donde pueda sin poder decir este miedo es mío. Y sí, es el terror que siempre le tuve al vuelo, a no llegar, digamos. La azafata ya lo sabe de antemano, apenas puse un pie arriba se lo comenté enseguida. Por eso de vez en cuando  se me acerca a ofrecerme  algo para tranquilizar, o a ver como sigo directamente. Más  lo que no sabe la pobre, es  que lo único que hace es recordarme que todavía estoy adentro de esta cosa tan  pesada que se mantiene en el aire vaya a saber uno cómo puede.                                         ..                                                        Pero mejor será que no me preocupe tanto, y trate de distraerme pensando en algo más lejano. Acudir a  los recuerdos no sería mala idea. Después que  desaparezca este punzaso de mi cabeza, me digo, mientas que  con las puntas de los dedos presiono mis sienes con vergüenza y disimulo, pero igual se evidencia:  - Es porque llegamos a los  diez mil metros de altura, señora. Espere que se va a adaptar enseguida- me instruye el de al lado.                                                                                                      .                                                                                                                                                                       No le contesto. Esas  palomas que vi vuelven  a revolotear ahora por mi mente... Me hacen recordar a mi madre hablándome de ellas cuando yo era una nena. Tratando de explicarme inútilmente el significado de la famosa “Paloma de la paz”: “Porque de esos  cuerpos mansos y armoniosos, fluye la  calma que nos  serena el espíritu... Y nos trae esa paz que tantas veces necesitamos, hija mía... Y fue elegida  por el  hombre, entre todas las criaturas del mundo, como un  símbolo eterno  de la reconciliación humana” Y yo, pichón de zonza le tenía  creer todo.                                                             .                                                                                                            Pero de  qué reconciliación humana  me estaría hablando si vivíamos peleándonos todo el día. Por cuestiones de mujeres, claro. Esos  entuertos entre madre e hija que no se resuelven nunca nunca…                                                                                                                                                                                                                                        Pero no era mala, le gustaba imponerse y salirse con la suya siempre, y de cualquier modo. Era así, y lo será todavía. No mentía  adrede, pero embrollaba a la hora de  convencer. Y fabulaba si le venía bien. Me acuerdo que casi caigo en una de ésas cuando quiso defender a sus queridas palomas diciendo; “No creas que  son tan boludas  como dicen en la calle... Al contrario, son muy  vivarachas y amorosas. Hay que saber interpretarlas. Y  más te digo; Para mí, de todos los animales, las palomas  son las únicas que deben llevar un alma en su interior”.  Me salía con estas cosas, cuando con mi edad, qué corno podía saber yo de tener un alma adentro y para qué.                          .                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           …En este preciso momento el artefacto se sacude como si fuéramos sobre empedrado grueso.            .              – Son los pozos de aire me dice el de al lado.                         ...                           .                                                                                                                                                                   – Tal cual, ya está todo dicho, contesto rápido.                                                              .                                                                                             Y sí, ella me hizo la vida imposible siempre, siempre y siempre, (prefiero seguir mortificándome con esto). Desde jovencita primero, por los novios que cambiaba. Después, cuando abandoné la facultad para casarme con uno, y después del después con los chicos que no paraban de nacer ni queriendo.         Y permanentemente con este marido mío que no terminó de digerir jamás de los jamases.               .                                     Por suerte o por desgracia,  todo cambió cuando murió papá y se fue a vivir con su hermana también viuda. Pero allá lejos, lo más posible de mí, a su Italia natal precisamente.                            .        .                                                                   Pero ni desde ahí dejó de perdonarme nada. Siguió torturándome dándole a la manija; “Cómo puede ser que nunca te imagines  qué feliz sería yo viendo  a mis nietos creciditos y  a esta altura de mi existencia. Es por rencorosa que no venís. Ellos ya  están  para viajar y tranquilamente podrías traérmelos volando en un periquete… Aparte, quiero suponer  que esos pobres también  querrán ver a su abuela mientras siga de  carne y hueso, ¿no es justo eso? Y si te digo una te digo la otra;  Si vos les  tenés tanta pavura a los aviones, esto tampoco te  da derecho a que se la pasés  a ellos que no tienen la culpa de nada, mis angelitos de Dios. Si sabés de sobra que son mucho más seguros que los colectivos de ahí porqué no me los mandás solos, y me dejás contenta por lo menos una sola  vez en la vida…Y te digo la última; ¡Yo, antes de  morirme, quiero verlos andando y saltando por estas tierras que a mí me han visto crecer tal como soy!                                                                                    .                                                                                                                                                  ¡Pero ni loca los hubiera traído conmigo o mandado a los cinco juntos como pretende! ¡Ni una cosa ni la otra! ¡Porqué no vino ella primero cuando podía, cuando tanto nos extrañaba a todos juntos!        .                                                                                                                                                                       …Pero tonta de mí, al final consiguió inquietarme con esto de su salud y como se ve, voy pero solita. Que se la aguante viéndome la cara que tengo ahora, y de los chicos que se conforme  con las últimas fotos que le llevo. Salieron lindísimos. Solo espero que me reciba al menos como a la gente, si todavía cree que soy su hija.                                                                                …                                                                                                                                      …Me hizo sulfurar, pero por suerte el sedante ya me está haciendo su  efecto, la cabeza se me reclina  contra la ventanilla. Acompañará al sueño, porque me parece que el avión de igual manera  se inclina para este mismo lado.                      …                                                    ...                                                                                                                                                                 Estoy por dormirme, pero sin embargo me golpean un hombro.                                    .                                                             “Me parece que esta turbina empezó a fallar”, dice el de al lado... “Esas palomas siempre  son un peligro.”                                                                                                                                                                       - ¿Qué  paloma, de qué paloma me habla? pregunto entre dormida, confundida y ya despierta.                    -De las que vimos cuando despegamos. Si la turbina se chupó una, puede ser que tengamos algún   problema más adelante”.
 -¡Ay, no me diga eso por favor... Lo que me faltaba. Pero usted está seguro... Mire  ahora que  me  da la impresión de que ya  vamos derechito de nuevo, mire usted que se da cuenta mejor.                    .                             – Sí, tiene razón, por suerte ahora sí. Esperemos  que no haya  pasado nada importante... Yo tengo muchas horas de vuelo y algo sé. En casi todos aeropuertos del mundo combaten estos bichos  con halcones adiestrados y adiós complicaciones.
 -Yo  no lo puedo creer... Me dice que una cosa así de chiquita puede desbarrancar un armatoste tan grande como éste. Digamos que por un  pajarraco de mierda una  desgracia humana semejante. Eso no  puede ser...” Me comento en voz baja pero igual:                                                         ;                                                                                                                                                                                          -Puede ser, señora, le digo que  puede ser... Pero tranquilícese que  me  parece que la cosa no llegará  a mayores. Sí, calmate me digo. No te enganchés más con nada, y me entierro en el asiento. Cierro los ojos de nuevo, y me evito convencida que valdrá la pena  esta  odisea  si al final tengo una madre que me quiere de verdad aunque no parezca…                                                                                   …                                                                                                                                                        Creo que  las horas que siguieron las dormí profundamente y sin soñar nada, ni con palomas.            .         Interrumpidas sí, de vez en cuando, por la azafata preguntando si sigo Okay. O si no necesito algo  más. “Llegar” me parece que le contesté una vez entredormida.                                                      .                                                                                                 Pero seguí un largo tirón bien profundo, hasta que me despiertan desde  el hombro de costumbre.
 - Ya estamos sobre el Mediterráneo, pero me parece que vi un hilo de humo negro saliendo del mismo motor. Porqué no se fija usted señora que lo tiene ahí abajo...No llegué, el ala bajó de golpe, el avión se inclinó y tomó un viraje rotundo para este mismo lado.                                                           ..                                                                                                                   – “Me parece que esta  turbina no va  más”...
 -¡Hay no me diga eso de nuevo ¡Por estas malditas y estúpidas  palomas…Entonces es verdad; No  sirven más que para cagadas, la puta madre que las parió!                    .                                                                                                                                                - No se saque señora, no  desespere y escuchemos lo  que nos dice la azafata.
 Y la azafata nos informa coloquialmente como si pasara un pronóstico del tiempo y nada más. “Señores pasajeros... Les debo comunicar que  tenemos un desperfecto en uno de los dos motores del avión, pero la buena noticia es que estamos muy cerca de nuestro destino y llegaremos sin sobresaltos. Sepan ustedes que esta moderna aeronave está diseñada para poder volar con una sola turbina si es necesario. Así que les pido que mantengan la  calma como hasta ahora. Y que se coloquen los cinturones porque es posible que  el comandante de vuelo decida hacer un descenso  preventivo  en España.
 …Aunque no comprendí todo, entré a mí más tranquila, pero esta moderna aeronave no me engaña. Sigue perdiendo altura disimuladamente, y da un rodeo dejando la península a un costado. No soy tan ingenua como parezco, algo voy aprendiendo, no obstante:                                                            :                                                                                                 - Vamos a aterrizar en España no más. Lo firma el de al lado.                              .                                  .                                 Yo lo que digo es que si le  seguimos dándole vueltas al asunto no vamos a bajar nunca... O de golpe porque mire  como sale más  humo justo ahora...
 -Tiene razón, entonces  vamos a un aterrizaje forzoso. Así que debemos  estar consumiendo el exceso de  combustible antes de tocar suelo. Por seguridad, vio...
 - Lo único que veo es que yo voy a  consumir mi exceso de vida en este maldito vuelo, y San se Acabó. Termino y me pongo a mirar por última vez la postal de la ventanilla. Este mar azul que baña la costa europea, que sobre un ala constantemente gacha, aparece y desaparece en cada vuelta que damos…                                                                                                                                                           ¡Y cómo son las cosas acá arriba! ¿no? Cómo una se siente tan estúpidamente suspendida en el tiempo, tan en  punto muerto. Ni para atrás ni para adelante. Como durando nomás. Como dudando yo entre estar con mi madre que quiere verme ya, o con los míos que dejé  esperándome de regreso a casa sana y salva. Mal momento. Y pésimo si dudo que ella esté  enferma tal como dice. Y que no sea una patraña más de vieja caprichosa esto de hacerme venir sí o sí, como manejándome a su manera y antojo... De cualquier forma me enteraré apenas llegue. Si esto llega, casi olvido el detalle.          .             …                                                                                                                                                                                                                                                              Pero luego de este asunto que asusta ¿Podremos arreglar nuestras diferencias en paz? ¿Volveré ilesa también moralmente de ésta? ¡Cuántas  incógnitas, por Dios, y para mi sola!
 Estas disyuntivas  se clavan en mi cabeza como aquellos puntazos perturbadores por la gran altura, aunque  las contestaciones me sigan  por ahí afuera como ese viento que no se ve ni se siente.
 Igual miro, y vuelvo a mirar como buscando en las nubes alguna forma reveladora que me sirva. Difícil es descifrarlas, pero de alguna manera me ayudan a darme que estamos dando una vuelta más grande que las anteriores, y que por ahí se me ocurre algo…                                              .                                                                                                                                              Pues sí, ya de pronto a mí sola  se me ocurre este grito que interrumpe todo pensamiento. ¡Mire, otra paloma!,   y al de al lado le surge tapármelo enseguida con que:                                               :                                                                                                                            ¡Pero señora, cálmese,  que  a este nivel no pueden llegar  nunca jamás!                                               .                     –¡Cómo que nunca, cómo jamás! ¡Usted no me va a negar lo que yo vi!..                                    .                                                                Le repico sin dejarme tapar la boca.  Sí mi señor mío. Vino de abajo directamente, luminosa como una saeta, dejando  una estela blanca atrás.                                                                 .                                                                                                                  - Tal cual, ya está todo dicho.                                                                         .                                                                                                                                                                             - No sea burlón  repitiendo lo que yo dije. - Pero no señora, es que fue el rebote de un rayo de sol. Un reflejo de la  luz sobre el ala misma.
 -¡Qué rebote  ni reflejo.¿ Yo le hablé  en japonés? No entendió  que vino bien del suelo. Si hasta que chocó con el ala yo  la vi clarito. Ahora ya no se ve ahí abajo, pero  era una paloma blanca...
 - ¿Así?, Fantástico entonces!  ¿Y no le vio los ojitos? Porque seguro que era japonesa, usted que debe entender. ¡Sí, las dos! ¡Una valiente parejita de kamicazes fueron! Primero una se inmoló  en la turbina, y ahora viene la otra a estrellarse para asegurar  el derribo. Como en la guerra del pacífico, ¿se acuerda?
 - ¡Lo que me faltaba! ¡Que me tome el pelo con esas cosas raras! ¡Cómo para acordarme de algo estoy! Ni para chistes de mal gusto. ¡Entonces hágame un favor, mantenga la boca cerrada, abra bien los ojos y mire  a ver si estoy loca. Vea cómo fulgura bajo la punta todavía, y después me cuenta…
 El hombre de al lado sin tomarse la molestia de sacármelos de mi transfigurada cara supongo, me responde bajando el tono del entredicho. Ya está, tiene toda la razón del mundo. Pero no  se altere por nada que todo va a salir más que bien.                                                                                                   .                                                                                                                                                                      Y cosa de no creer, tras esta palabra, el ala se levantó, el avión se endereza, y perezosamente  comienza a retomar la línea recta que había perdido...
 “-La verdad que esto  parece  un milagro, fue raro, pero aquí estamos. Se me alivia el tipo dando un corto suspiro, y apretándome el hombro de siempre por siete bien aceptados  segundos. Nos aliviamos.      La azafata aparece enseguida, y distendida como es  habitual explica:
 - Señores pasajeros... Les tengo las  mejores  noticias; Hemos pasado satisfactoriamente una prueba de fuego. Si bien, un  motor ha quedado fuera de servicio y no representará  ningún peligro por lo que falta del vuelo,  lo más importante de todo es  que según lo esperado, esta aeronave,  nuestro Boing777 ha demostrado con creces  responder a esta emergencia volando  con un solo, pero poderoso motor…Ya se ha corregido el curso y nos dirigimos directamente a nuestro destino final; Italia está más cerca que nunca…Sepan disculpar el contratiempo.”  Nos apaciguamos todos. Y todos aplauden de alegría, menos yo. No sé, no me da el ánimo. Es mi vuelo de bautismo y no pudo ser peor. Tengo reprimida hasta la médula, y yo no sé saltar tan fácilmente del sufrimiento a la euforia como si nada pasó en el medio. Llegaré, está bien, curada de espanto, también, pero todavía me espera la prueba más difícil; Con qué madre me voy a encontrar…Aterrizamos, qué linda palabra es. Sé que mi tía estará esperando muy preocupada  en el aeropuerto...La compuerta se abre, me despido felizmente del hombre de al lado. Bajo, y desde la escalinata ya ubico a esta mujer. Fueron siempre tan  parecidas, digamos que en todo... Al acercarme le veo brillar en sus ojos un llanto contenido. Demasiadas lágrimas acumuladas por una demora imprevista pero con una llegada bastante pasable, me digo irónicamente y haciéndome la guapa ahora. Pero fuera de esto, la cosa me viene dramática en serio.                                          .                                                                                            -Pasó casi de golpe querida, la voz entrecortada... Ella estaba internada pero recuperándose. ¡Tenía tantas ganas de verte! Estaba ansiosa, y no te cuento  nosotros, pero ni una palabra sobre porqué te demorabas, Creo que estarías  sobrevolando España con ese problema. Pero igual, aunque ella no lo supiera, de pronto  se puso muy tensa, comenzó a  transpirar y ni los médicos sabían porqué. Después de un rato se calmó, y creo que hasta sonrió. Pero quedó tan  extenuada y sin  energías  para seguir luchando, que no sé... Creo  que la pobre hizo un gran esfuerzo por esperarte viva. Todos pensamos que al final  le falló el corazón. Hace un par de horas que se nos fue del todo…                                                                                                      Y sí, es una doble pena, una verdadera lástima  que  por tan poco tiempo no se pudieron encontrar. Pero así es la vida cuando  uno está por acá  y el otro por allá. Pero de todas maneras me quedo tranquila. Yo, que sigo siendo  tu tía, creo que esa  alma inquieta de paloma viajera que siempre tuvo, ya  debe haber llegado directamente al cielo ¿A vos no te parece lo mismo?...
 
 
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