Vomitaste sobre el vestido
de esa chica,
tristemente otra noche más
estabas aniquilada.
Estropeada e impúdica
te reías mostrando las bragas,
provocando las jaurías que
te despedazarían con sosiego.
Uñas uvas agrias arañando
el pavimento
-vive rápido, muere joven-
me repetías al oído,
cuando el rímel
inundaba tu rosa pálido,
a mi pecho te prense
y te descarriaste entre mi chompa.
Ya consiente conjugaste
tabaco en tus labios cereza,
el humo humillante estrellando contra mi cara.
Yo saboteando tu noche con una llamada.
-Taxi-.
Tranquila te deje en casa,
acá es cuando pienso lo difícil que resulta
mantener la decencia
cuando soy un buitre hambriento
y tu un pedazo de carroña
en el pavimento.
Texto agregado el 26-01-2013, y leído por 115
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Lectores Opinan
27-01-2013
estos textos me recuerdan un bar lleno de tortugas, burocratas y minitas goticas. ese ambiente intoxica al venusiano. happyman
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