Es como reposar los cesos en el lavatorio,
curtirlos en el aire cumpliendo el capricho de otros.
-es como beberse su orín-.
Sembrar el germen de la ignorancia tras tus ojos,
límpiate el escupitajo del rostro
para ser distinto a los ignotos.
Pújales los intestinos que teñimos con el Ántrax,
restriégales las entrañas en los rostros a flor de piel.
Pidiendo dos cuartos para los desmedrados,
en el llameante paramo de no leer.
Texto agregado el 26-01-2013, y leído por 123
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
27-01-2013
Pues mira; Ser rebelde también cansa. A veces la sumisión ante el destino es "La Calma Tan Deseada". juevesanto
27-01-2013
un desierto arido y esteril es la ignorancia, descrito de una forma descarnada. elisatab
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