Una mujer está parada en la acera esperando que se encienda el semáforo para cruzar por el paso de peatones. Le tiemblan las manos de forma tan ostensible que es imposible dejar de mirarla. Es consciente de que la gente la mira. Entonces, baja aún más la cabeza, que ya lleva baja, y trata de ocultar el temblor de las manos agarrando con fuerza el bolso a la altura del vientre. Lo abraza. Sigue temblando. Ahora cruza a toda prisa, corre. Del bolso asoma, por el costado, un trozo enorme de dolor.
Juan Yanes
Texto agregado el 26-01-2013, y leído por 2283
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Lectores Opinan
27-01-2013
Oh excelente ...relato breve y conciso con una imagen final que exterioriza las ideas sin necesidad de palabras.Mis ***** Donseba
27-01-2013
tu poder de síntesis es admirable con cosas como estas. HGiordan