Emanuel parte 22
Si señora usted está embarazada tiene dos meses. Esas fueron las palabras de aquella enfermera. Palabras que le cambiarían la vida a Sonia. Sin recibir visitas hasta la noche, Sonia no dejó de llorar solo de saber que las cosas le habían salido mal. Ella lo que quería era trabajar, ganar dinero y disfrutar de su matrimonio, pero la llegada de los hijos se adelantó.
-¡¡amiga!! dice Roberta, la acompañaba Casandra.
-¡¡voy a tener otro hermano!! grita con emoción Casandra.
-sí, creo que sí. La enfermera dice que tengo dos meses.
-¿y Emanuel? No estaba en la casa. dice Roberta.
-no sé. No me contesta el teléfono.
Después de varias horas Casandra salió a tomar el aire para hablarle a su padre.
-¿papa? Habla Casandra.
-perdón hija, tengo 10 llamadas perdidas de Sonia. ¿Qué pasa?
-¿Qué pasa? Sonia está hospitalizada.
-
..¿cómo? Pero que le pasó.
- solo sabemos que de desmayó, y es mejor que vengas porque tiene que decirte algo muy importante.
-¿decirme que? ¿Hija? ¡Me coligó! exclama Emanuel.
-¿qué pasa? pregunta Roberta.
-se pasa, no me dijo dónde está.
-el doctor va a dar de alta a Sonia.
Llegaron a casa, y Emanuel llegó hasta ya altas horas de la noche. Me pregunto con qué cara llegará a la casa después de no decir dónde anda. Eran las 12 de la noche y Roberta no se podía ir a su casa hasta no poder darle el informe completo a Emanuel.
-buenas noches - dice Emanuel dejando su maleta en el sillón.
-¡que milagro! dice Roberta.
-qué pasó con Sonia pregunta Emanuel.
-se desmayó, la llevaron al hospital donde le practicaron unos estudios, por quinta vez serás papá, permiso, buenas noches dice Roberta.
-¿papá yo? ¡se dice así mismo -Sonia! grita él.
-shhh dice Casandra.
-¿qué pasó? pregunta Emanuel con la voz baja.
-te pasas papá, te estuvimos hablando toda la tarde y tu ni tus luces.
-estaba viendo lo de un trabajo.
-eso explícaselo mañana a ella. Buenas noches.
Eran las 7 de la mañana, sonó le despertador y todos a empezar con sus actividades de todos los días. Sonia de levantó sin dirigirle una sola palabra a Emanuel
-oye, espera. ¿Estas molesta?
-¿molesta? ¡No como crees! 10 llamadas perdidas. No sé dónde está mi marido. Metes a una mujer a nuestra casa, no tengo luna de miel, tengo miles de pendientes y ahora por si te interesa estoy embrazada. ¿Ya? ¿Me puedo meter a bañar?
-perdón, estaba viendo lo de un trabajo que me ofrecieron.
-¿tu trabajo? ¡Por favor llevas meses sin buscar nada!
-oye espera, a mi edad no es fácil encontrar algo. le reprocha Emanuel.
-sabes que, estoy muy cansada. Y se me hace tarde.
Cerró la puerta del baño y ya no hablaron más. A medio día Santos de nuevo habló con Emanuel para verse en un lugar y ver los de sus negocios. Después de llagar a un acuerdo Emanuel seria el administrador del bar. Pero Emanuel no contaba con que el bar se manejaba con tratos chuecos.
Continuara
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