Habrá de ser azul de nuevo nuestro parque,
La banca de madera a la distancia, una embarcación
Navegando entre pinos y tardes estivales.
En algunos viejos arboles están grabados corazones y versos de amor.
Creo ver en cierta parte a mi amigo Adrián bebiendo su San Pedro,
Y a su hermano Virgilio, al que una joven mujer se lo lleva muy presto a un hotel cercano.
Y te veo a ti, bellísima Giovanna, cruzar el parque esbelta como una dorada espiga,
Y me veo a mí, de seis años, cazando abejas con una cajita de fósforos,
Y veo a mis hijos pasando como una exhalación con sus coches de plástico y riéndose con esos dientes que son un perfecto choclo,
Me veo otra vez a mí de 9 años, repasando de madrugada con mis compañeros para el examen final de la escuela,
Y de nuevo, formando la escolta de primaria, para marchar en fiestas patrias,
Y por fin te veo venir a ti, amada mía, con los brazos abiertos y una sonrisa tan grande como todos mis sueños.
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