Desahuciado el amor fenece,
recita su final
en la marisma azul
desechando sus huéspedes.
Hay flores que lucen amarillas
como hojas desecadas,
como ojos sin iris,
quizás aún es tiempo de partir
a un lugar desconocido.
En el marco de un cuadro olvidado
se puede morir más de una vez
cuando florecen los cardos
y se marchita la ilusión.
Se puede oír el llanto de la noche
decapitando las arterias de la luna
un instante es una eternidad
un monumento al olvido.
Un sinfín de nombres que se cuelan abstractos
en cada poro que humillado va dejando
su esencia al final del sol
en el comienzo de la noche fragmentada.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI
Texto agregado el 22-01-2013, y leído por 378
visitantes. (10 votos)
Lectores Opinan
27-01-2013
Has como el girasol, preciosa, que siempre busca la luz. za-lac-fay33
23-01-2013
"Se puede oír el llanto de la noche
decapitando las arterias de la luna
un instante es una eternidad
un monumento al olvido." SUBLIME. Te abrazo refullisimo. SOFIAMA
23-01-2013
Bello. Cuando se lee una buena poesía se siente una paz interior y una calma celestial. elpinero
23-01-2013
¡Qué hermoso te quedó! Una maravilla.***** MujerDiosa