He pasado por el frente, cubriéndome con los árboles y escondiéndome en la noche. Te he visto de lejos mucho tiempo (como 75025 días). Te soñé algunas veces, he respirado tus fotos y he imaginado mil cosas… (creo que mil no es la cifra exacta, pero se le aproxima). Así que invité a cenar a la luna llena, y a los lobos que le aúllan, y les pedí su canción, lo cual hicieron gustosos, porque, ¿qué no harían ellos por un hadita como yo? ...Pero me dijeron que necesitaba otros ingredientes para que la canción fuera perfecta. Entonces me di a la tarea de pasear por algunos bosques oscuros para recoger aromas, puse pétalos de flores exóticas traídas del otro lado del mar, le pedí un cabello a una sirena (al principio se rehusó, pero después de todas las historias que le conté me dio dos y se fue muy contenta de ayudar), mezclé una lágrima de lluvia con polvos del desierto y bajé dos estrellas (una no me parecía suficiente para ti). ¡Incluso descendí al abismo por un poco de oscuridad y de locura! (una pequeña cantidad, no te preocupes). Y le puse también aderezo de cerezas y chocolate. Mezclé todo con una cuchara hecha con el vapor de los aros de saturno (un delfín me dio ese consejo y me la regaló).
No te diste cuenta cuando la puse en tu mano, ni cuando te la di en un abrazo y en uno de los besos (por eso fueron muchos, para que no supieras en cual)…
Ahora, espero no tener que seguir pasando por enfrente, ocultándome en las sombras para verte… quiero saber si el sortilegio surtió efecto y al fin podré cruzar la calle, escuchar tu risa y ver tus ojos color miel, en los que ya comencé extrañar ver mi reflejo.
|