Los ví caminar, juntos ,tomados de la mano.
LLevaban colgadas las sonrisas en sus rostros.
El corazón ligero y las esperanzas arremetiendo,
contra todas las decepciones de inviernos.
No sé por qué , ( júntos ) se adivinaban aíslados.
Sólidos de corazón. Hirvientes de prolongación.
Corajudos hasta lo indecible y llanos dadivosos
despúes del último y desesperado deseo de concepción.
19/01/2013
Texto agregado el 19-01-2013, y leído por 123
visitantes. (2 votos)