Hablar por hablar

La mayoría de las conversaciones importantes están invadidas por expresiones tales como: “no sé”, “no importa”, “es broma”, “estoy bien”...
No entiendo porque a veces somos incapaces de decir exactamente lo que nos ocurre, de expresar lo que sentimos. Es una contradicción no hacerlo, es como ir en contra de uno mismo. No tiene ningún sentido.
Pero ocurre muy frecuentemente que no queremos ver frustrados nuestros sentimientos ni los del resto porque que somos sin ellos.
Quisiera, yo, poder dejarme llevar en algunas situaciones en donde debería mandar más el corazón que la razón. Pero es la razón la que nos hace fuertes no dejándonos llevar por las pasiones. Y ese sentimiento de falsa seguridad a veces construye barreras que nos hacen aún más débiles de lo que somos.
Quisiera, yo, dejar de hablar por hablar y inundar el mundo de bellas comparaciones, de deseos cumplidos, de amores realizados y de miles de emociones casi siempre acotadas por las relaciones humanas.
Sólo quisiera no engañar al resto ni a mí misma.
Sólo quisiera no tener miedo.