¿Acaso tu corazón recordara cuando tu mente olvide?
¿Acaso la sabiduría de tu cuerpo te anunciará la enfermedad y la muerte?
No hay brújula que me lleve a buen puerto, solo tu amor, solo tu amor.
Una vida perdida en el desierto, tantos años vagando sin descanso.
Cuántas mujeres en tu vida se llamaron amor y ahora son olvido.
De la soledad de un puente, un camino, una vida hablan estos versos.
Las viejas arrogancias de un joven se convierten en quieta sabiduría de un viejo, que ahora es más fuerte y sonríe.
Y que aprendió a enterrar bajo la sombra de los tilos viejos rencores.
Los caminos y los años se confunden como mágicos bejucos de una playa solitaria.
La rosa evanescente de impoluta belleza conserva mi memoria,
Todo lo demás es consumido irremediablemente por el tiempo.
Aunque tal vez el tiempo no existe y sea solo una trampa, una invención.
Y todo sea solo una mera distancia entre los hechos, la vida y los amores
Que se repiten incesantes en el espejo infinito de la vida.