Letanía de las Piedras


Es una piedra herida abandonada en la playa de Taganana. Es la piedra angular, la que da sentido al resto de las piedras. Es la piedra negra de Teotihuacan, de las pirámides del Sol y de la Luna. Es la piedra de las murallas de Jericó, que se derrumba cada vez que alguien canta, Joshua Fight The Battle Of Jericho. Es la piedra de la La Piazza della Signoria.
Es la piedra de los soportales de la Casa de Oficios de Aranjuez. Es la piedra del que tiene caradepiedra. Es la Longa noite de pedra de Celso Emilio Ferreiro, con que están hechos el suelo y el aire y las miradas y los corazones y las puertas y las ventanas. Es la piedra sagrada de la montaña dorada de Tindaya. Es la piedra negra de la arquitectura negra de las Hurdes. Es la piedra amarilla de los acantilados del Algarbe. Es la piedra de la muralla del Estado Vaticano. Es una piedra hambrienta de los aerolitos de Carlos Edmundo de Ory. Es la piedra de las calles de Santiago de Compostela y de la Plaza del Obradoiro. Es la Piedra del Sol, del museo antropológico de Chapultepec. Es la piedra blanca de la Pulchra Leonina. Es la piedra de las murallas de Avignon. Es la majestuosa piedra de las paredes de la Puerta del Sol de Tiahuanaco. Son las piedras de la Via Apia, venas de la republicana. Es la piedra que rueda con la música de los Rolling Stones. Es la piedra pequeña de León Felipe, que no sirve para ser piedra de una lonja, ni piedra de una iglesia, ni piedra de una audiencia. Que no sirve para ser ni piedra, como tú. Es la Piedra Rosetta del Museo Británico. Es la piedra de los edificios de El Burgo de Osma.Es la piedra de las ruinas de Cacaxtla en Tlaxcala. Es la piedra milenaria de los sillares del acueducto romano de Segovia. Entonces oí una voz que me decía: «Usted lo que necesita es encontrar, entre todas estas piedras, una que se la pueda atar al cuello».

Juan Yanes