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debo aclara que los escribía para los retos pero tardé en colocarlo por eso lo agrego en mis textos

Tragedia en el circo

El interior de la carpa está en penumbras, el anunciante presenta el número siguiente, se retira y aparece la mujer, su cuerpo revela la madurez que da la edad, está cubierto con una malla de lentejuelas, de las cuales, el brillo, eclipsa la ausente cintura de otros años, una faja dorada envuelve las caderas anchas. Desde las miradas de los espectadores, el rostro, es una fuente luminosa de color, todo preparado para la escena, todo disfrazando la miseria de un circo decadente, empobrecido y esa mujer como resabio de los artistas ambulantes, caricatura de hábitos culturales pasados de moda.
Se coloca en el centro del escenario, los reflectores revelan cierta imagen grotesca, una boca grande y roja regala una sonrisa al público, los hombros erguidos hablan de cierto orgullo por la acción a realizar, se dirige a una mesita cubierta con una tela de terciopelo negro, toma un palo encendido en su extremo, bebe el combustible de un recipiente, se coloca de ferfil al público y en un segundo convierte el espacio del escenario en una llamarada, todo es silencio, saluda, y vuelve a repetir la escena. Los aplausos la estimulan a hacerlo una vez más, motivada por el reconocimiento o tal vez por alguna otra razón no conciente, embebe su boca con más combustible, se pone seria, hay un cierto dramatismo en su gesto, sin saber por qué algo falla, la expulsión de la nafta tiene una expansión de otras dimensiones, el rostro y el pelo se convierten en una sola llama, las lentejuelas reflejan los naranjas y azulinos matices del fuego, el tiempo no existe, la vida huye bajo el calor incandescente.
A medianoche, un hombre, sentado en un banco, fuera de la carpa observa con tristeza el carromato apagado de la mujer de fuego.

Texto agregado el 09-08-2004, y leído por 819 visitantes. (14 votos)


Lectores Opinan
29-12-2007 Una de las ingeniosidades del cuento es que el autor logre llevarnos por el camino de lo esperado, de lo que lógicamente debe ocurrir, y luego se salga y nos haga encontrar buena una solución inesperada. El cuento moderno ha llevado a otras soluciones, entre las que está llevarnos al camino esperado sin que nos sintamos decepcionados por no haber encontrado nada nuevo, nada sorprendente, he ahí su ingenio para enfrentarse al desafío del lector que busca un buen texto. En el caso de este texto, logra hacernos sentir satisfechos de la solución no sorprendente encontrada por la autora. Las descripciones previas, muy bien hechas, nos hacen tenerle pena a la mujer de antemano, y nos presagian que algo fallará porque ya está vieja, frustrada, cansada. Y efectivamente algo falla al final del cuento. Por eso me ha gustado. Claro, si se extiende unas líneas más y sale con esa solución, posiblemente el lector no la acepte. Pero Cristina, la narradora, se detiene justamente donde debe hacerlo para terminar. Me ha deleitado el cuento, aunque no lo considero impresionante, ni impactante ni inolvidable. Le doy por eso algunas estrellas, aunque no todas. delfinnegro
21-06-2007 Ignoro el estado de ánimo que pudo provocar la elaboración de este texto preciso, lo que si sé es el efecto que me ha causado: Un sentimiento de caducidad, avejamiento y deslucido vivir de mis días contados. Cualquier presunción es vana. azulada
02-03-2006 Me gustó el cuento, parece que ya es medio antiguo dentro de los textos que publicas, sin embargo, creo que la historia es para ser leída aquí, donde sólo triunfan las cosas pequeñas. Saludos y felicitaciones Adrian_Leiva_C
28-08-2005 Triste historia, mejor narrada.. aukisa
20-08-2005 Buena narración. Amena, un gusto leerla. Abrazos. _juanjara
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