Inicio / Cuenteros Locales / HGiordan / EN AMARILLO
	
		|  EN AMARILLO                                                                                                                                                                                                                                 Zona roja en la  gran ciudad.                                                                                                                                                                    Roja también la luz  en semáforo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                Miro  atento y espero la amarilla  prudencia.                                                                                                                                         Más de soslayo la veo venir. Imprudentemente  en un vestido amarillo.                                                                                                                              Iluminándose  desde lo oscuro, diminuto y audaz.  Silueta difusa  tras el  vidrio empañado.    Despejo y un rostro aparece. Pálido, flaco, sonrisa dibujada. Ojos grandes que apuran más que mirar.  Labios fríos  tiemblan palabras. No escucho pero ya sé qué. Abanicando la mano le contesto que no.  La luz roja tarda en peligro. Tiempo de  repensar rápido: Cuatro  de  la madrugada - Despedida de soltero -  Alcohol  en  cabeza - No se si respondo – Vergüenza -  Demoro más  - Esposa  ya preocupada - Discusión en puerta. No debo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     Bajo el vidrio para agradecer.  Atrevido manojo  con  dedos  de  puntas  violeta se mete y acaricia impunemente   mi cara  con perfume fresco y precoz.                                                                                                                                      Por fin verde, arranco de golpe y  huyo. Una  voz finita me grita perdiéndose detrás:                                                                                                                          -¡Señor, señor, espere...Tíreme una monedita  por favor! -                                                                                                                                                                                                  Entre mis piernas ha quedado deshecho  un ramito de violetas...                                                                                                    Y desde ahí  pienso  en verde: En amarillo se empieza, y un poco  más adelante inexorablemente llegará a la roja.      | 
Texto agregado el 11-01-2013, y leído por 252 
visitantes. (2 votos)
 (2 votos)
| 
	Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login| ![]() |  | ![]() |  
		| 
				
					| ![]() | Lectores Opinan | ![]() |  |  | ![]() |  | ![]() |  
		| 
				
				| ![]() |  
					| ![]() | 04-05-2013 | ![]() | Uyyy...casi, ¿no? ollaida | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  
					| ![]() | 18-01-2013 | ![]() | ME AGRADÓ LEER.SILVIA. rdejunio | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  
					| ![]() | 11-01-2013 | ![]() | Me ha parecido genial la manera en que cuentas esta historia. Ahí hay alguien que escribe. Un saludo afectuoso y gracias por el comentario que hiciste a mi cuento, Giordan panduro | ![]() |  | ![]() |  | ![]() |  |  | ![]() |  |  |  | ![]() |  | ![]() |  |  |  
   
 |