He penetrado tu intimidad,
tus cobijas
tus muebles,
tu cama
Un ardor desusado me invade
silencioso
cómplice, implicado,
entre tus piernas
y tu aliento.
Las manos trémulas
los dedos ansiosos.
Hasta el inicio de tu nombre
me da cosquillas,
solo al pensarte
Cierro los ojos,
mis parpados
caen, pesados
mientras se que tu mirada
me mira desde adentro.
Texto agregado el 09-01-2013, y leído por 189
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Lectores Opinan
15-02-2013
Un poema para degustar...hermoso!!
Un abrazo. gsap