Ay si supieran pero no saben
De mi tristeza en mi andar
Del viento en la orilla
Silbando tú nombre
De la montaña rusa de los días
Llevándome siempre
Al punto de partida

Y otra vez el sol y otra vez la noche
Con sus mediodía y sus pajaritos
Con sus nubarrones y silencios
Y la gente, como es habitual,
Viendo lo que a los ojos conviene,
Y yo paso, paso entre ellos
Como una sombra
Alegremente desapercibido,
Pero siempre por el camino contrario

Si supieran pero no saben
de mis ganas partidas
del alquitrán pegado en mis venas
de los sentimientos detrás de mi escudo
de la bosta de perro pegada en la suela

bienvenido seas otra vez amor,
bienvenido también desprecio,
adiós para siempre mi vida,
imagino que te quedas desprecio,
has alimentado mis despojos
y has logrado sentirte
y contigo me he sentido diferente,
tan distinto, distinto a todos,
será por eso mismo que sea tan igual al resto

si supieran pero no saben
los ojos pueden ver el interior
del hombre, si no se enfocan
solo en lo que quieren ver