Astrágalo
Mis maestros me enseñaron el cascarón de la cultura griega. Se ponían pesadísimos con las partes que tenían las columnas: que si capitel, ábaco, equino, collarino. Que si el fuste, el estilóbato y el estereóbato, las volutas, el toro, la escocia. Que si los caulículos o que si las hojas de acanto. Que si arquitrabes para arriba, qué si arquitrabes para abajo, que si triglifos, que si metopas, que si qué sé yo qué… Fue así cómo se olvidaron de lo principal. Se olvidaban de decirnos que los griegos fueron el primer pueblo que separó el mundo de los mitos, del mundo del logos. Es decir, el mundo de las supersticiones, del mundo de la razón, del razonamiento. El mundo de la experiencia, del mundo de las fábulas… Se olvidaron de contarnos que fue el primer pueblo para el que la virtud era la moderación y no la adecuación de la conducta a un código externo… Se olvidaron de decirnos que los griegos creían que los Estados debían tener dimensiones humanas para no ser unos monstruos… Y entre tantos olvidos, mis maestros se olvidaron de decirnos que en Grecia se practicó, por primera vez en la historia, la democrácia directa… Ahora los bárbaros de las finanzas quieren volver a devastar al pueblo griego y negarle el pan y la sal. Mañana los bárbaros vendrán también a por nosotros.
Juan Yanes |