Todo consiste en la unidad, el uno indivisible y entero. Ya lo dijo Hegel, la Síntesis. No sé cómo no lo entienden. Creo que Parménides también dijo algo al respecto. Pero ni con eso. Y Aristóteles y Platón y Sócrates, que eran los tres uno y el mismo. La separación de las partes conduce a la dispersión inasible de la cualidad. Un perno suelto es sólo eso, un perno suelto. Insertado en la máquina es donde se justifica, está clarísimo. Si el sujeto X en el tiempo Y no es el mismo que el sujeto X en el tiempo Y+1, entonces el sujeto X no es ni sujeto ni X, es un puro y efímero haz de cualquier cosa, un pestañeo. Se lo he dicho a mi profesor de física, mire profesor, le dije, no me venga con que las partículas del átomo o la segmentación del tiempo o la bifurcación del espacio, no y no. Acá de lo que se trata es de aunar criterios, armonizar las cosas ¿qué es eso de andar problematizando los “instantes”? No. El conjunto es lo esencial. Me da lo mismo que en el momento t3 la velocidad sea alfa y en el momento t4 sea beta. Lo importante es de dónde se partió, a dónde se va, y si, efectivamente, se llegó al objetivo. Eso es lo fundamental.
Se lo dije también a mi profesora de biología. Mire señorita, usted no-sa-be-lo-que-di-ce, ¿qué es eso de la división celular?, ¿acaso las millones de células que, según usted componen mi cuerpo, andan por ahí provocando disturbios y divisiones o haciendo llamados a la independencia?, no y no. Lo destacable de la vida es el organismo en su conjunto, integral, completo. Fíjese que tengo domesticada una colonia de hormigas en mi jardín, entonces, cuando invito a mis amigos a mi casa les digo, vean que bien organizadas son mis hormigas, y ellos responden sí, todas trabajan sin parar, tu colonia está funcionando muy bien, y yo les digo claro, porque son un equipo, una comunidad, un todo orgánico y perfecto, donde los individuos saben que lo básico es la cooperación y que aislados son nada, invisibles, aplastables. Y lo más importante, les digo a mis amigos, es que ellas lo aceptan. En sus diminutos cerebritos de insecto hay una idea fija que las conecta, como una conciencia colectiva que las impulsa a actuar en beneficio general. Todas saben lo que tienen que hacer, y lo hacen sin reclamar. ¡Maravilloso!
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