Cuando te digo que te quiero, en resumen,
Te estoy escondiendo un centenar de sentimientos,
Y un popurrí de pensamientos
que vagan, absurdamente,
Pariendo mi insomnio
Cuando te digo que te quiero,
no te digo solamente dos palabras,
Te digo, por ejemplo,
que te extrañe la tarde entera,
Te dibujo la alegría,
la alegría que me provoca verte pasar la puerta
Y cuando te vas, me come una hermosa ansiedad
por saber que te marchas,
Para nuevamente regresar,
o al menos eso me gusta pensar,
Porque cuando te digo que te quiero,
también te atino con mis miedos y mi tristeza,
Claro esta, que solo apunto para que no te des cuenta,
Te digo también, que hace tiempo deje los abrazos de serpientes,
Y el alcohol como limpieza de dientes,
La frivolidad de encontrarme entre labios de muerto viviente,
y ojos vacíos, teñidos de negro azabache
Que aparentan mirar, pero que no miran nada,
Mas importante aun, probablemente lo único que importe,
Es que también te digo que te quiero en mi casa y en mi cama,
Y verme en tu casa y en tu cama,
Te grito sin abrir la boca que te espero en mi mesa,
Y que dejo entornada la ventana de mi alma,
Para que puedas salir de mi vida, así como si nada,
Definitivamente estoy aterrado y jodido, encantado y dolido,
Por este arco iris que renace cuando digo que te quiero,
Y sabrás o imaginas, que no le temo a la vida, al menos, a la vida sin vos,
porque me preparo, me preparo casi mecánicamente,
al viejo adiós de poder verte
¿lo ves? Te digo tanto cuando te digo que te quiero, que tal vez digo poco y nada,
Quizás sea una mascara, una mascara para verte feliz, o al menos intentarlo
O quizás me falte vida, vida y madurez, para tragarme las palabras
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