La ratonera
Se acerco a la máquina enterrada quien sabe desde que época a tanta profundidad en las entrañas de la tierra, será labor de los hombres de ciencia, que detectaron sus señales electromagnéticas, saber desde cuando estaba allí, desde ya se intuía que desde siglos.
Era uno de los pocos privilegiados en conocer este secreto de estado, uno del escaso centenar de hombres asignados a vigilar la excavación y uno de los cuatro autorizados a bajar allí, cerca, tal vez demasiado, de esa enorme maquina silenciosa.
Bajó hacia la entrada que conducía a lo que ahora todos llamaban El núcleo...quería observarlo bien, le dijeron que eso parecía, el núcleo, tal vez un enorme motor o generador ciclópeo, ¿cuanto pesaría?, ¿para que serviría?, ¿quienes, porque y para que lo pusieron allí? Desobedeciendo la orden de no acercarse, camino hacia el, ¿acaso no le dijeron que era silencioso?, pero el oye un murmullo lejano, similar a un latido y si, proviene del Núcleo...ahora viéndolo bien los bordes lisos de eso que si, realmente parece un gigantesco transformador, la pared que daba hacia el es espejada, ya ve su reflejo, la de un hombre con traje de protección que se acerca con pasos titubeantes, hasta que llegó a casi tocar la estructura y ante aquel material reflectante, movido por una curiosidad insoportable alargo la mano... primero sintió que estaban por arrancarle el brazo, pero era solo el dispositivo que acomodaba la presa para dar el tiron definitivo hacia dentro de ella, sabio dispositivo para atraparla sin lastimarla.
Ahora el hombre en completo shock es transportado por tenebrosos túneles, donde ve fluir sus paredes a velocidad de vértigo, con algunos especies de ventanales...donde puntitos luminosos, estrellas, pasaban antes sus ojos cual paisaje visto desde un tren bala. Y allí esta ahora, aquel imprudente, atrapado por la vieja curiosidad. Es estudiado por antiquísimos y extraños seres en otro rincón de nuestra galaxia. El poderoso dispositivo para atrapar especimenes funciono una vez más.
Cuando luego de muchos de estos 'accidentes' los hombres de ciencia comprendieron la finalidad del aparato, cerraron su acceso para futuros y cuidadosos estudios.
Ahora la maquina tiene otro nombre, en la jerga común de los científicos le dicen: La ratonera.
ggg
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