EL CABALLO TALLADO A MANO
Estaba sentado cerca del bosque, todo había pasado tan rápido, como cuando el agua de una cascada cae por los ríos, dibujando un golpe entre sus aguas y un ruido ensordecedor. Crei que caminar bajo la luz de la luna entre hermosos arboles altos y topándome con hermosas creaturas de la naturaleza me sentiría mejor después de lo ocurrido pero todo fue mentira, mi alma estaba destrozada mi corazón llorando a través de sus latidos y mi cuerpo a punto de caer, fue entonces que la luz de la luna brilló con más intensidad, estaba agotado físicamente y necesitaba sentarme, y lo hice, me senté en una roca que estaba cerca del bosque y de mis ojos brotaron lagrimas que rosaban mis mejillas y cayeron sobre un hongo que se hallaba cerca de la roca, me sorprendí cuando un niño se acercó a la roca donde yo estaba y bajó su mirada hacia el hongo que para ser sincero no era bello como las rosas o tulipanes que se encontraban más adentro del bosque.
El niño tenía una camisa verde y un pantalón de mezclilla con unos tenis deportivos de color azul, encima llevaba puesto un abrigo de color gris y un gorro, se acercó al hongo y me miró a los ojos, sus ojos casualmente eran del mismo color que los míos, eran de color azul, parecían dos gotas de agua clara.
-Este hongo está muy hermoso, tan lleno de vida, por desgracias los demás los ven como extrañas figuras que opacan a las plantas en un jardín, los hongos también son parte de la naturaleza y tienen vida, no son plantas ni animales, son distintos y eso me recuerda a los adultos.
El niño tenia cierta facilidad de hablar, ni siquiera lo conocía pero me hablaba con mucha confianza, como si nos conociéramos de toda la vida, como si fueramos hermanos, la verdad su historia de los hongos me interesaba en lo mas minimo puesto que en ese momento me sentía fatal por mis problemas que me comían vivo sin embargo para no ser grosero con el niño decidí escucharlo.
¿Por qué dices que te recuerda a los adultos? –Le pregunté secando una lágrima que aun brotaba de mis ojos- ¿ellos que tienen que ver con los hongos?
-Todo, ellos ven al hongo diferente, y en su comunidad ellos también ven a sus semejantes de distinta manera, por ejemplo las personas que tiene el color de su piel obscura, las mujeres que van por las calles tapadas o los individuos que según los demás son importantes por ser gobernadores, dictadores o reyes, las personas son así, dividen el nivel de importancia de los demás según los actos que hacen sin darse cuenta que todos somos el mismo nivel, todos estamos aquí por algún objetivo, todos tenemos un cargo de importancia, te pondré un ejemplo, un gobernador necesita una mesa y una silla, el gobernador se dedica a administrar y la gente lo ve como un ser de mucha importancia pero el gobernador no sabe fabricar sillas, el necesita a un carpintero para poder obtener la mesa y la silla. La gente se fija mas en el trabajo del gobernador que del carpintero, ¿Por qué? Si también el carpintero hace algo importante, algo que el gobernador no puede hacer, lo mismo pasa con el hongo, su función en la naturaleza es distinta a la de una rosa, ambas son importantes en este mundo ambas tienen una tarea en el mundo, la rosa no puede hacer lo que el hongo realiza, solo que la gente se deja guiar por el aspecto y por lo que los demás dicen.
El niño reamente hablaba como una persona adulta, era impresionante como decía las palabras con tanta seguridad, realmente le estaba prestando atención pero en el fondo no me importaba lo que decía.
-Dime niño ¿Qué quieres? Necesito estar solo me siento fatal tengo muchos problemas, acaba de terminar mi noviazgo, mi hermano mayor se fue de la casa y mis papas están en pleno divorcio.
-Lo sé, sé cómo te sientes y te diré como lo sé, tu eres lo que algún dia yo seré. Y yo soy lo que algún dia fuiste, hablas de problemas tan diminutos como si fuera el fin del mundo, y hay mucha gente afuera que tiene más problemas y mucho más grandes que los tuyos y en vez de sentarse a contemplar la diferencia entre un hongo y una rosa, las admiran de igual forma, son gente feliz y disfrutan cada segundo de su vida.
El niño realmente ignoraba mi sentir además el que sabia de mis problemas, el era tan solo un niño de 12 años de edad, no tenia idea de nada, fue muy extraño cuando se sentó a mi lado.
-Tal vez no me recuerdes por que haz olvidado tantas cosas con el paso del tiempo pero quiero regalarte algo, algo muy especial, quiero que lo pongas debajo de tu cama esta noche.
El niño me dio un objeto que creí haber perdido, cuando me lo dio no pude evitar llorar aun mas por mis problemas, era un viejo caballo tallado en madera a mano, era un objeto que olvidé pero que en mi niñez era mi tesoro. Contemplé el caballo y cuando le pregunté al niño de donde lo obtuvo, simplemente se había ido. Llegué a mi casa y lo puse debajo de mi cama, esa noche miraba el cielo que lucía hermoso, las estrellas brillaban al igual que la luna.
Al cerrar mis ojos los abrí de inmediato y me di cuenta que vestia una camisa verde con pantalón de mezclilla, tenis azules y un abrigo gris, enfrente de mi cama estaba mi gorro favorito, lo tomé y salí a la calle y ahí estaban mis amigos jugando y corriendo, me sentí tan feliz de que todo fuera como antes donde jugar era parte de mi vida y el único problema era no ser cazado por el otro equipo, todo era diversión y las lagrimas solo se daban cuando me caía y me golpeaba, la mejor parte fue cuando vi sentado a mi mejor amigo que tallaba en una madera un caballo, cuando lo vi corrí hacia él y lo abracé con mucha fuerza.
-amigo, estos momentos los recordaré desde donde esté –Me decía mi amigo- y siempre te cuidaré disfruta cada segundo de tu vida y soluciona los problemas que se te presenten sin olvidarte de lo más importante que es vivir al máximo.
Mi amigo me dio el caballo y todo me dio vueltas en la cabeza, era un recuerdo que olvidé por culpa del tiempo un recuerdo que valía oro, era la última vez que vi a mi mejor amigo, mi amigo que luchó contra el cáncer con valentía y que nunca dejó de sonreir.
Cuando al fin me recuperé del sueño levanté la almohada y el caballo no estaba ahí, inmediatamente abrí un cajón de mi ropero antiguo donde guardaba mi ropa de niño y ahí estaba el caballo también vi una foto mia con mis amigos del barrio y me llevé una inmensa sorpresa al percatarme de que el niño que vi en el bosque era yo mismo, era yo de niño, fue sorprendente darme cuenta que olvidé lo más importante de la vida que es vivir, mis problemas estaban ahí pero no me permitían disfrutar, era una barrera entre la felicidad y la tristeza una barrera tan fina que una puede vencer a la otra. En el ropero antiguo vi que aun conservaba mis tenis azules, mi camisa favorita y mi gorra que aun estaba a mi talla, con una sonrisa la tomé y me la puse y decidido salí a la sala donde mis padres estaban juntos desayunando, con una lagrima de alegría los abracé y les dije cuanto los amaba, decidí proponerles buscar a mi hermano y después de un rato salimos, vi de lejos a la chica que era mi mundo entero con otro chico, solté una risa y seguí mi camino. Desafortunadamente los padre de mi mejor amigo se mudaron después de perder la batalla contra el cáncer, me acerqué y contemplé esa casa donde pasé la mayor parte de mi infancia, conseguí reír de nuevo.
Fui al bosque donde me vi a mi mismo y me senté en la roca y contemplé la belleza de la naturaleza, incluyendo el hongo que a pesar de ser diferente era importante en el ciclo de la vida, de regreso a casa me encontré con un niño pequeño de aproximadamente ocho años de edad, su mirada era dulce e inocente donde solo se preocupaba por no ser cazado por el equipo contrario y que le único sufrimiento que tenia era caerse o golpearse, yo era mucho mas alto que el y me agaché, le regalé mi gorra y le sonreí.
Disfruta cada segundo y cuando llegues a mi edad no olvides lo mas importante que es vivir.
El niño me sonrio y se puso mas feliz cuando le entregué el tesoro mas grande que me habían dado, un tesoro que no olvidaría de nuevo por que ahora lo llevaba a partir de ese momento en mi corazón y en mis nuevas ganas de vivir.
EDUARDW JAKE G.R
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