Enfrente el espejo y vi un pálido rostro
Con sus miedos, con rasgos levemente desvanecidos
Con la triste y oscura sombra de unas corneas humedecidas.

Camine sobre rosas negras y con los pies descalzos
Por calles sin fin de resbaladizas esquinas
Que una y otra vez se expandían a percibir mi llegada
Como el tiempo, como la vida.
Decidí detenerme y vi mil y un rostro que no conocía y que no quería conocer

Abrace a un calido animal de hocico partido y de besos sin labios
Me sentí acompañado entre la noche de su vida,
Me sentí a mi mismo cosa que hacia años no sentía
Y me arroje a un costado con la boca cocida y los pies congelados

Sentí una cama sin acolchado
Sentí el peso de una madrugada sin sonido ni pasos
Y el corazón exaltado y la almohada a un lado
Eran la realidad, y esta daba bienvenida

Lucido y despejado le temí a mi sueño
Y sentí soledad en la sangre y muerte la vida
Por primera vez la realidad me asusto a lagrimones. .