Ayer te vi tras un velo,
Nació como sentimiento
Que pronto se escurrió entre mis ojos.
¿Lo viste?
Al principio creo que no,
El velo crecía y no te dabas cuenta,
Solo cuando cayó en la almohada
Te percataste que había algo más
Que mojaba la ya muy húmeda noche.
Sólo una vez te vi tras un velo,
Me tapaba la cara,
Corría por mis mejillas,
Pero yo veía todo claro.
Aunque ciega y estúpida,
No necesitaba mis ojos,
No necesitaba mi cabeza,
Porque no necesito nada
Que me diga que estoy viva,
Que me diga que existo
Y que puedo dejar de existir.
Porque yo ya fui a la nada,
Me acompañaste ¿Te acordás?
Ambos en un mismo lugar,
Apenas consientes uno del otro,
Esa vez dejaste de existir,
No eras más vos, y yo no era yo.
Y ese velo que me molestaba,
Que me mostraba lo frágil que soy,
Lo viste yo lo sé.
Viste esa suave maraña que es mi alma,
Viste ese delicado entramado de ideas
Que dicen tener nombre de sentimientos.
Después de todo el débil velo que me cubría,
Ese que con una suave brisa se estremece,
Es más fuerte que todo mi yo.
Me protege para que no me duelan,
Los golpes que se da esta ciega y estúpida,
Buscándose, buscándote,
Para volver
A la nada
Una vez más.
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