En tercera persona, mi yo,
pide vivir siempre contigo.
Un inevitable efecto París,
de sentirme vivo a tu lado.
Deseos de alzarse y andar,
divagando en las nubes,
junto al viento que baila
en el borde de tu sonrisa.
Texto agregado el 02-01-2013, y leído por 383
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Lectores Opinan
04-01-2013
Vaya manera de convencerse a sí mismo!!! ENloPROFUNDO