Llego la fecha, el plazo de 365, días más días menos, se ha cumplido.
Para algunos, bombos y platillos, bebida y confeti;
Para otros, la sonrisa fingida, y el compromiso social o familiar.
Para otros más, indiferencia, soledad, o abandono.
Pero, hay otros, quizás los menos, que con sencilla sonrisa y cálida mirada brindan una palabra de fe y bienaventuranza a los demás; abriendo sus brazos y corazón a quien en medio de tanto barullo, logra percatarse de la diferencia, en aquella monótona celebración.
Más esa sonrisa y esa mirada de aquellos seres “diferentes” no necesariamente provienen de la bonanza, la dicha o la felicidad; por el contrario, generalmente tiene un origen trágico o de sino amargo, sin embargo, han logrado transmutarlo a través del trabajo diario de saberse vivos y nunca derrotados.
Para todos, muy FELIZ AÑO 2013
Ailed Zull Zayhev ©
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