Se nos va otro año, querida
y ya me he quedado sin palabras, una vez más
pareciera que sólo ayer era hoy
y que mañana será otro día bajo el sol
y bajo las nubes blancas y frondosas.

Pasa la hora y nosotros mirándonos como si nada
"como si fuera a acabarse el mundo", dirás,
a esos locos que tiran fuegos artificiales y se emborrachan,
y a esas locas que muestran sus calzones amarillos, enfermas de borrachas,
y los perros ocultos bajo los autos de los amantes en uno que otro mirador de Valparaíso.

"Como si fuera a acabarse el mundo".

Nos retorcemos en una cama sin poder dormir por el ruido de las fiestas
y sabemos que estamos destinados a ser algo.
Algo oscuro y triste.
Que en unos cuantos años más seremos sólo viejos adormecidos por el remordimiento
quejándonos por todo
esperando nuestro fin de año,
pero ya sin año nuevo...

Y tus ojos se llenarán de lágrimas y mi boca de vergüenza.
Y mi mano acariciará tu espalda, y tus dedos entumidos chocarán con tus palmas.

Una vengala en el cielo iluminará la tormenta que se aproxima salvaje a nuestros hombros,
entonces recordaremos que a Dios no se le engaña,
y que estamos condenados a reír en secreto,
jugando a ser malos,
cuando en realidad somos los buenos.