En esto años,
el sol lo he sentido más cerca,
las palabras me han brotado
sinceras y espaciadas,
y he aprendido a callar más,
a sonreír con carcajadas.
En estos meses
mi madre ha perdido la vista,
y llegó a la familia un sobrino
con sus deditos incompletos,
mi hermano mayor aún se enreda
en sus problemas judiciales,
y veo un gesto de ira
cuando me habla,
mi hermana sigue vistiendo
de colorines y desenfado,
en cambio mi hermano triste
continúa observando la vida en los
tonos grises que le agradan
y lo hacen feliz.
Yo, he caminado distinto,
he aprendido mejor que el amor
es amistad,
que el amor es también
la más perfecta forma de fidelidad
y que no descansa en
su infinito crecimiento
si tomamos de sus dedos
y lo llevamos a pasear
entre flores y lunas
al alcance de la mano.
En estas horas, tus palabras,
besos, distancias, compañía,
han caminado junto a mí,
sin ausentarse, cumplida y tierna,
así fuiste cada día,
en los momentos de asepsia
miedos y cuidados blancos,
o cuando tus besos, hacían
que mi mano no se halle
perdida entre la rabia
y el resentimiento.
Has podido reunir
en una flor de almácigo
o en ribetes de sábana
la sencillez de mi amor,
la transparencia de mis besos.
Soy feliz, por eso,
porque estás,
porque te asomas,
porque tengo a quien escribir,
estas sencillas palabras
que llegaran a ti,
nada más dejándolas
en tu memoria...
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