Despertó tristón y desganado. ¨Otro año de mierda¨ pensó. Como años atrás nadie llamó a desearle felicidad ni le brindó una miserable sonrisa. Estaba harto de tanta parafernaria comercial invocando fiestas que para él no existían más que para recordarle lo amargo de la vida.
Pasó el día vagando y se animó a comprarse un regalo para despistar a los vecinos que decían que era un amargado. Por la tarde recibió el paquete muy bien envuelto por correo express.
Al llegar las doce de la noche del 31 de diciembre abrió el paquete, preparó su contenido sin más pasión y se voló los sesos.
¡Felices fiestas! decía la nota escrita en la tarjeta que él mismo se había enviado.
Finalmente, el año viejo pasó.
Texto agregado el 31-12-2012, y leído por 262
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
07-01-2013
La soledad no deseada, es cruel y dura. Da lugar a no valorar lo importante que es la vida. 5* flormi115
05-01-2013
Me gustò, muy lindo. Cpt_Buscapina
03-01-2013
ah caray!!! que dramatico texto amiga... ojala nunca pasaran cosas asi, yo cumplo instantes, entonces mi felicidad es más continua. Un abrazo!!!!!
cinco aullidos yar
02-01-2013
Parece una alegoría del año que se despide para dar el paso a otro año tan igual a él. Existe mucha parafernalia para algo que no debiera crear tantas expectativas. La luna, transcurre en sus fases sin que siquiera las apreciemos...
gui
01-01-2013
ufff trágico y triste, una historia común (5) bishujoo
(5 votos)