Tu voz


Candil de luz tu boca bendecida
etéreo cielo que florece y nos toca
en esa melodiosa fantasía
de embriagarnos de Dios en cada nota.

Éxtasis de belleza tu fonema.
Sinfonía de ángeles que gozan
envolviendo las almas del teorema
de sentir que es el amor tu propia boca.

Es nadar en el aire tu armonía.
Desnudarse de todo lo mundano,
cómplices de tu canto y sin porfía,
presentir el momento de la vida.

¿Cómo es que tu voz despierta sueños?
¿cómo es que tu musa nos transforma?
Vivimos presos de tu embrujado canto,
lo juro,
mi alma vibra sedienta de tus notas.

Quiera que el alma de tu voz no muera nunca
como nuestra pasión por disfrutarte.
El aire tiembla entre tu voz y su grandeza.


Hasta los ángeles paran cuando rezan,
para escuchar por ti
el arrullo del amor en esta tierra.