¡QUIUBO CAMPEON!
Melquiades Màrquez
¡Quiubo campeón! , siempre que pasa por aquí, o donde me encuentre me saluda de la misma manera, jamás me pregunta nada , nunca dice otra palabra que ¡quiubo campeón!, no sé de donde es , de donde viene , que hace , solo su motivación para tal saludo, me imagino, que , supo de mis incursiones en el mundo del box, ya que yo fui campeón del mundo, hace algunos años, 30 para ser exactos, y por la pinta de este chamaco el no pasa de 20, entonces supongo que su papa, o algún pariente de mi edad , le ha platicado de logros en el pugilismo, bueno, logros y desventuras, pues, también fui uno más de los campeones que lo perdió todo, todo, todo, tuve amigos, autos, trajes, y una casa allá por el rumbo de la nueva santa maría, pero la perdí , o más bien se la di a la mama de mi único hijo, bueno el único que lleva mi nombre , porque me cuenta toñita la de la tienda que allá en peralvillo, hay un chamaquito igualito a mí y bueno para el trompón, bueno ni tan chamaquito dice que tiene como 18 años, y que parece ser que la mama era la Gloria, la que trabajaba en la zapatería, bueno hace mucho que no se de ella, pero tuvimos “un queber” , hace mucho tiempo.
yo empezaba en esto del box, porque siempre me gustaron los madrazos, por puro gusto, en la escuela defendía a los compañeros, solo por hacerme sus cuates de los que tenían bicicleta, o patines, para que me los prestaran, o amigo de los que si hacían la tarea, para que me la hicieran, por miedo o por agradecimiento, no se, pero nunca me falto quien me ayudara, y nunca me falto a quien madrear pues siempre hay ventajosos y gandallas en el mundo, y más en la colonia donde viví, que es la misma de ahora, yo no era gandalla , solo dos o tres chingadazos en el estómago y dos más en la cara y al suelo, no más , porque ya me daban lastima, todos tirados y todos madreados a veces con sangre, y pues un golpe más y si me vería abusivo además siempre pensé que no me gustaría que me dieran a mi más de lo necesario, mas golpes de los que merezco, o así he querido que sea, a excepción de aquella noche que no voy a olvidar en una arena del norte del país, donde me enfrentaba a un negro , negrote, y digo esto porque no solo estaba bien prieto , también bien mamado, bueno así le decimos a los que están con mucho musculo, muy marcado, ese día me puso una chinga de mi tamaño como decía mi mamacita, bueno a ella nunca le gusto el box, nunca me fue a ver pelear, y al contrario de darme ánimos me decía, cuando veía a mis contrincantes, en el periódico o en el cartel, no mi hijito este si te va a poner como campeón, expresión que usaba para darme a entender que este si me daría en toda la madre, pero no pasaba así, salía triunfador, y así con los subsecuentes, hasta llegar a ser campeón del mundo como ya dije.
Bueno volviendo al negrote, pues si en verdad esa noche no solo me dio en toda la madre, perdí mi título, o sea mi campeonato, pero le costó al negro los 12 rounds a los que se pactó el combate, por que por cada golpe que recibía él se llevaba otro, bueno eso fue en los primeros 6 rounds porque después, solo recibí, madrazo tras madrazo, su técnica era muy buena, y yo ya estaba entrado en años, es decir, ya mi cuerpo y mis facultades estaban disminuidas, como me explicaron los de la comisión de box, y por eso dijeron que “mi retiro era inminente”, así dijeron “inminente”, y yo conteste inminente o no inminente yo me retiro de ya, porque después de la pelea tuve desprendimiento de retina, casi pierdo el ojo, y es el que el negro pegaba como patada de mula, nunca me ha pateado una mula, pero pegaba de a madre duro.
Y pues tuve ese percance, aunque me quedo la duda, al tiempo porque ese pinche negro en una pelea que tuvo lo acusaron de que en las vendas llevaba yeso, sí señor, yeso del que usan los yeseros como mi compadre Juan. A propósito tengo muchos compadres, cada rato me visitaban para que fuera su compadre, que si de fulano, que compadre de mengano , perengano y otro más, tengo muchos ahijados, o tenía, que como ya no tengo ni fama ni dinero, a lo mejor ni saben que soy su padrino, o mis compadres les dicen “ni lo saludes esta jodido, no te valla a pedir prestado, y es que me hicieron una famita, de pedinche que no me la puedo quitar hasta ahora, fíjese, que me dio un tiempo por el pedo, solo un tiempo y es que como no! si después de haber tenido todo, lo que un humilde como yo, que nací en esta colonia, que ni a cine llega, y luego perderlo todo , como ya dije por las viejas, los amigos, bueno los malos amigos, ni tan malos, porque no me ponían una pistola en la cabeza , siempre me gustó el pedo y los excesos, y las viejas pues igual verdad?, además pues estaba yo joven y fuerte, y pues hacia lo del ejercicio, ah y también era nadador en el deportivo de la otra colonia los tiber creo que se llamaba, los cerraron porque dicen que allá mataron al dueño y amaneció ahogado en una de sus albercas, creo o de eso me acuerdo, porque ahogado andaba yo, en esos días, pues por que al final casi al final de lo que cuento de mi ojo, del desprendimiento que le digo, ya me daba por el chupe, y pues ya no entrenaba como se debe porque uno debe entrenar bien , diario, dos o tres veces al día, y cuidarse del alimento, del agua que consume, hasta del sexo, y de eso sí que me cuidaba mi entrenador Don Lupe, ese sí que fue famoso , traía a varios bofes, y llevo a más de uno a campeón, bueno y mi caso , entonces me decía “no te vayas por ahí”, recuerda que tienes pelea, y al decir “por ahí” era no te vayas con las “ viejas” amistades como decimos, y mi mamacita lo mismo, “ay! mijo, si no te dan en la madre en el box, las viejas te van a dar más en la torre, bueno a veces creo que ella quería que alguien me diera bien en la madre, o algo así porque siempre era la misma cantaleta, total que cuando el negro me madreo, pues no le dio gusto, porque soy su hijo, pero si dijo “bueno ahora si ya oistes al doctor, a descansar”, y a trabajar como la gente, el problema es que nunca supe hacer nada, solo entrenar, y madrear gandallas, así es que, de que iba a vivir?, entonces es cuando empezó a pedir prestado, al de la tienda, ,al boticario, al español, que era panadero, al carnicero y casi a toda la colonia, este último, que dice que no es cierto que es mi compadre, si yo me acuerdo que sí, le lleve al chatito, a la iglesia y le compre su ropón, y hasta le di a mi compadre para que echara el otro piso, pero nunca me invito a la inauguración, pues si, si ya estaba yo jodido, para mí que se hace tonto, tengo otra palabra pero no la digo, porque estoy seguro que si es mi compadre y pues no , no se debe ofender al compadre.
Míralo aquí viene fíjate como me dice:
-¡Quibo campeón!
-quiubo, oye ven chavo!
-dígame campeón
-¿De donde me conoces?
-pues como de donde, de aquí.
-Si pero por qué me dices campeón
-ah! Pues que ¿no es el campeón?
-Si pero sabes ¿campeón de qué?
Y así el chamaco empezó a explicar:
Que su tío Grabiel, si así Grabiel no Gabriel, le platicaba que cuando éramos niños Grabiel y yo claro está, yo lo defendía y que un día después que lo atropellaron y regreso a la escuela, yo le cargaba sus útiles, la mochila pues, y lo deje para ir a comprar unas paletas, pero llegaron unos vagos a quitarle una muleta, porque del atropellamiento le rompieron una pierna, y uso muletas varios meses,
Entonces recordé al grabiel, bueno a Gabriel, mi cuatito de la otra vecindad que lo atropellaron, un día que regreso de la escuela y fue a comprarle al cieguito, al señor Corona, el nevero de la esquina, cuando busco en su pantalón metió la mano en el bolsillo saco la resortera, canicas y unas monedas, como no pudo con tantas cosas en su manita, se le resbalo entre sus dedos una moneda de cinco pesos, de las “GRANDOTAS”, que traían a Vicente Guerrero de perfil, la moneda cayó al suelo rodo y rodo hasta que alcanzo la calle pues el Gabriel corrió tras ella y sin fijarse cruzo la calle hasta que escucho el frenon de las llantas del Impala azul 72, que lo aventó hasta la banqueta y ya no se levantó hasta que fue la cruz roja por él, ante la mirada morbosa de media colonia que se congrego para ver el accidente del niño Grabiel, así fue como se quedó cojo, dicen que le hicieron varias cirugías, hasta mi tío fue a donar sangre, porque no quedaba bien ,volviendo a ese día, entonces llegue yo por atrás y espere a ver qué pasaba cuando, los bandiditos, me vieron , preguntaron :
-Quiubo ¿es tu cuate el cojo?
-pues ¿que no ves?
-ah! Bueno nos vemos, tu si eres campeón pa` los madrazos!
Y se fueron sin más ni más, de se modo explica el chaval, que su tío Grabiel le platico esa historia y de ahí, durante años me ha dicho ¡quiubo campeón!,
Sin saber más que esa historia, pero del box y mis andanzas nada, de mis pleitos en los cabarets nada, de la madriza que le propine al ” alacrán” Guzmán nada, la tunda en 8 asaltos al “toro” Bermúdez tampoco, la demostración de técnica y arrojo como dijeron los periódicos que hice gala en el combate con “el asesino de la guerrero”, ni siquiera sabe dónde está la Guerrero, nada tampoco.
Vaya!
A veces la vida se resume, solo a un instante
¿o no, Campeòn?
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