Dulce letanía
asilo de mis ojos
que no quieren mirar
esta realidad,
profunda como el mar
que de tantas lagrimas llorar
pudiera navegar
sobre el dolor de estas olas,
para recibir altitud y
así embriagarme de sueños.

A orillas de la bahia
persigo un nuevo dia,
y en el cielo busco auroras
decifrando un beso místico
de una princesa lejana,
que de su brisa emana
el nectar que profana
mi intranquilidad,
y me da la paz,
recobro el sentido,
escucho mis latidos
que si fueran tuyos,
sería tan divino.

Sentir tu calor
tu cuerpo junto al mio,
mas tengo que dejar
espacio a un destino,
al que ruego compasión
y si es posible pido,
entregarme el alivio
de un segundo de tu risa,
espiritual fantasia
para mi sería,
culminar mi vida
en esta poesía
que por ti sería,
una eterna melodía.