En estas épocas frías en que no falta algún mal entendido,
Que hablar de mal entendidos si son peores que el insomnio,
Peor que la maleza en el jardín,
Es como tener una piedra en el iris del ojo,
Así que te enrojece tanto el enojo que te dan ganas de exprimir algunas personas,
Como si fuésemos exprimidores eléctricos,
Quisiera callarles la boca con una piedra,
Como hiciera mi querido amigo Andres Castro,
Que al final mal que bien era bueno en asunto de pedradas,
No quiero imaginar lo que hubiese hecho con una escopeta,
Es que hay tanto loco en la calle ,como variedad de pastas dentales,
Decia mi madre “Que los valientes descansan en el cementerio”
Oye si ser valiente es para ir a descansar en un lugar donde apenas te llevan flores,
Creo que llegara el momento en que llevaremos otras cosas porque cada vez están más caras las margaritas
Ni hablemos de la vida,
Si; hablamos de precio,
Cuando vas a la tienda de la esquina si no estás bien vestido te pueden sacar por miedo a que se pueda perder algo,
Dicho en buen español seria “antes que te robes algo”
Yo no sé porque hablo español si yo debería de hablar el dialecto de mis hermanos muertos en la montaña,
Por esos que lloramos en silencio porque nunca encontramos sus cuerpos,
Por esos ríos repletos del grito de libertad,
Por esas mujeres paridoras de mi patria,
Por esos guineos con sal cuando hace falta la tortilla,
Por el agua con azúcar cuando no alcanzo para el café,
Por esa moneda que un día deje caer bajo la cama y el otro día la busque con la esperanza de encontrarla,
Si de encontrarla, ¿qué puede encontrar alguien que no sabe lo que busca?
Gracia a mi madre que me enseño a no tener miedo,
Porque me pario en medio de balas,
No les tengo miedo y si lo tengo me lo trago,
Lo saboreo y luego lo escupo en la cara de algún ser despreciable que quiera verme por debajo del hombro
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