No sé!, no me acuerdo!, fueron las ultimas palabras que recordé aquel día cuando mi hijo desapareció.
Ese día fue terrible, aquel uno de mayo, estaba todo oscuro, la casa, la familia todo, recuerdo como mi papá le gritaba a mi hijo por algo que no recuerdo con exactitud, que él hizo.
Todo eso recordaba mientras comía sola completamente... A cada rato me formulaba la misma pregunta “¿ Cómo sucedió?” “Qué es lo que pasó?”, en fin, tendré que aprender a vivir sin ese hijo que amaba, que mimaba, etc... ¡Pero no descansaré hasta saber que fue lo que pasó!.
Ahora vivo sola, sin nadie más, en una casa desolada fea y triste al igual que mi corazón, no recuerdo como llegué a este lugar pero algo si sé, me gusta.
No hay día para mí que sea azul, como esos días en los cuales mamá y papá me compraban cosas, me abrazaban, con un sol radiante, por el contrario, todos mis días son grises, amenazadores, feos y tristes.
A veces pienso que lo mejor sería suicidarme, pero por otro lado pienso y dijo ¿ No será esta una etapa de mi vida un largo y oscuro camino que llegará a la luz y el amor eterno?, esa reflexión es lo único que me mantiene viva....
Sí tan sólo pudiera atrasar el tiempo, y poder volver a esos días en los que yo era feliz, pero no, ya es muy tarde.
Siempre he tenido la misma pregunta: ¿Existirá el destino?, ¿Todo pasará por algo?, yo creo que esas preguntas no tienen respuesta.
Nunca me controlé, y es por eso que estoy así.
Todos los días me visto de negro como los días que estoy viviendo. No salgo a ninguna parte, no lloro, no como, no siento frío ni calor, no siento nada, ni como... nada.
A pesar de que llevo años en esto de reflexionar, he encontrado el significado de mis días grises, alfin recorrí el eterno camino... encontré la felicidad como aquellos días azules que pasaba con mamá y papá. Yo ¡Maté a mi hijo, lo sé, lo reconozco lo hice... ahora me falta una cosa para poder ser feliz... Ya pagué mi condena, sufrí lo suficiente, he estado pensando años y años y alfin me falta una cosa, hablar con alguien... Contarle todo lo que he estado reflexionando, ¿Pero cómo?, si ya no tengo ni voz. Si tan sólo pudiera... pudiera... pudiera ¡Expresarlo todo!, pero ya es tarde, sólo me queda una cosa, seguir reflexionando hasta morir, me desespera escuchar a mi hermana diciendo que pena que la María cuando mató a su hijo y trató de suicidarse quedara muda... Ahora pienso yo que parecida es mi hermana a mí, estoy segura que si le pasara algo así, viviría lo mismo que yo. ¡Un mundo de reflexiones de un loco!.