La sombra de la tarde se recuesta a mi lado,
Dócil y placentera como alguna vez fuiste tú.
Pero algo falló, serían tal vez mis excesivos años,
O la atractiva juventud de ese mancebo que te enloqueció.
Sea lo que fuere, hoy debe ser él quien se preocupe de tu dudosa y frágil fidelidad
Y yo por mi parte me entretengo tejiendo y destejiendo versos,
Y dejando que el Tiempo haga su tarea, ir borrándote poco a poco
Para que otra Musa ocupe tu lugar.
Texto agregado el 27-12-2012, y leído por 142
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Lectores Opinan
27-12-2012
Ah, estaba dedicada a una musa, muy original y creativo.
melisacampos
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