Emergeré del mar estilando tu ausencia
como espuma de ola buscando tu orilla.
Soy sal y aire, viento y gaviota,
amante pródigo de los mares.
Te llamaré con una caracola en cada mano
buscando tus eternos labios abisales
y cuando escuches este desgarro de ausencia
entenderás a las desafinadas olas de invierno.
En altar de roca te veo dormida,
cubierta de algas, bendecida en bruma.
Soñando mis besos de salina duzura
pensando pausadas caricias secretas
en la intimidad profunda de tu océano.
Te amaré cuando el sol se ponga,
al enfriarse la arena, rociados de garúa
en silencio simple e imperfecto;
y cuando de nuevo me sientas
querrás regresemos a las olas.
Convertido tu cuerpo en Sirena,
trastocada mi alma en Neptuno.
Texto agregado el 08-08-2004, y leído por 181
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Lectores Opinan
21-08-2004
bonita imagen... mitocondriadesnivelada
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