Hoy comencé a mirar un libro, cuando lo ojeo me parece descubrir algo mio. Pienso solo se parece o yo lo escribí. En sus primeras hojas descubro, no son mis trazos pertenecen a otras mano. Luego son apenas jeroglíficos donde no se llega a comprender nada.
A medida que voy pasando sus hojas están de color amarillas y en forma manuscrita, mi ansiedad por llegar al final pasos varios capítulos otros no los quiero leer pero está escrito todo lo bueno y lo malo, las tristeza y las alegrías los sueños y los fracasos. Siento que es la mitad de libro, existe la posibilidad de seguir escribiendo no se si en primera persona o en tercera el grado de protagonismo que uno le pueda y quiera dar. Solo espero no perder ninguna hoja de este libro que aprendí a escribir un 2 de Diciembre 1959 solo se no voy a ser la persona que le ponga la fecha final ni sabre el número de la última página Mi esperanza esta en que alguien lo pueda leer y aprender de los errores mejor dicho transformar en triunfos.
Cuando escribimos el libro de la vida debemos ser los protagonista no los actores de reparto y tratar de escribir aunque el papel no hay sido el mejor, como así tan poco una buena letra. Está en escribir porque demuestra que pasamos por la tierra y que hicimos historia. No dejen a otros que escriban por nosotros y solo nos pongamos a leer.