Pequeña criatura, para algunos desconocida, en busca de una liberal comprensión.
Su madre una fiel monja que no dudaba de la fuerza de Dios.
Niño que en silencio hablaba, sólo tenia 11 años;, cada dia recordaba la muerte de su padre, cada dia sus ojos estallaban en lágrimas.
Dedicada madre, cualquiera diria "aqui no hay problema" pero su felicidad no dependia de ese tipo de estabilidad.
Vivian en la iglesia misma, donde la madre, la monja emprendia dia a dia su trabajo; ella sólo rondeaba la santa iglesia las 24/7 dejando de lado a su pequeño hijo.
Una tarde plena de aburrimiento, el pequeño decide ir a comprar una caja de cigarrillos; nadie creeria que un niño de 11 años, hijo de una monja, fumara 12 cigarros diarios aproximadamente pero a nadie le importaba asique para el menor no era un problema.
Tomó el camino mas largo hacia el bazar mas lejano de la iglesia, sólo queria matar tiempo, queria ganarles a esos neutros pensamientos dejando atrás toda inquietud hacia su madre.
Caminando fue volando por una inexplicable ilusión, cada paso se le hacia mas lento, cada mirada se le hacia mas penetrante.
En vista de un punto fijo, ya no siente los pies, ni tampoco el camión que se le acercaba.
Inconsiente, sin control, el camión golpea al niño justo de frente.Pow! caos total en el barrio.
El niño no sintió nada, sólo los gritos de los desconocidos; el camionero sólo tiende a aplastar el cuerpo del pequeño desde ya muerto.
Nadie tomo la placa del camión, nadie tinco a ayudar al pequeño para que no fuera aplastado, nadie tinco a llamar a la ambulancia, nadie ayudó a sacarlo de ese vacío que llenaba su alma con mas alto nivel de tristeza y pena.
El niño muere, la monja nace, el mundo se queda en silencio como siempre. |