Aquel niñito nació en un humilde lugar
Su madre lo miraba igual que a su padre celestial
José sabía que no era una concepción normal
Que este niño traía en su corazón la salvación real.

Fue creciendo su palabra se transformó en espada
María miraba aquel niñito que junto a ella jugaba
Sin querer ver que ya era un hombre con poder
Y que él gobernaba junto al Dios de Israel.

Grandes milagros acompañaban su alegre caminar
Estaba revestido con poder, con humildad y santidad
María miraba a su niñito recorrer aquel camino
Que estaba escrito desde hace mucho tiempo atrás.

Lo apresamos queriendo con ello callar la gran verdad
Aquel niñito creció frente a nuestros ojos
Queriendo abrirlos para regalarnos luz
María miraba a su niñito ser maltratado con crueldad.

Lo insultábamos y golpeábamos presos de nuestra maldad
Pues nos gustaba como siempre todo lo que oscuridad
María miraba a su niñito ser tratado como un criminal
Cumpliéndose las profecías que nos anunció su padre celestial.

Y nos manchamos con sangre inocente, todos nos desviamos
Nos hicimos malos siguiendo nuestra cruel naturaleza
Sin importarnos las palabras de nuestro buen Jesús
María miraba a su pequeño ser clavado en una cruz.

Ha nacido en Belén un niñito que trae en sus manos salvación
Y si lo ven llévenle como regalos sus cargas y dolores
Que el a cambio les dará paz y tranquilidad
María contempla a su pequeño dar algunos pasitos hacia ella.