La selva del Chocó no es cultivable dice un técnico de la FAO. El ministerio de agricultura dice lo mismo. Pero hay unos indígenas recolectores que ya han agotado la selva porque están acorralados por la violencia de los blancos en un territorio muy pequeño. Diego, un docente de escuela primaria, razona distinto. Piensa que si hay árboles en la selva y que forman un tapiz nutrido por ese suelo entonces debe haber la forma de poder cultivar. Hay que encontrar la forma que los sabios no pudieron encontrar. Reúne a los indígenas y previamente ha hablado con el gobernador de la comunidad y le ha entregado un fuete hecho con el pene seco de un toro y le ha dicho que él va a dirigir los trabajos y como los indígenas no saben trabajar la tierra entonces quien se niegue entonces se le dan veinticinco fuetazos. Que Oribio dijo. Oribio es un docente de la zona cafetera que está como a 150 kilómetros y que los indígenas no conocen pero manda órdenes, todas constructivas, pero quien no las obedece recibe veinticinco fuetazos. Oribio mandó azadones, palas, machetes, cuchillos y una piedra natural de afilar como de dos arrobas. Diego repartió los machetes y los cuchillos y enseñó a afilar y a cortar porque los indígenas solo cortaban con las uñas y los dientes. Las herramientas fueron mágicas para los indígenas pero Oribio mando a decir que quien peleara con esas herramientas o cortara a otro recibiría los fuetazos. Diego les indicó como hacer un hueco, cada uno, de un indio de hondo, un indio de ancho y otro de alto, es decir, como un indio cúbico ya que los indígenas no saben de metros cúbicos. Con un bejuco les enseñó el indígena lineal como unidad de medida para construir. Pasado un tiempo hicieron como cinco mil huecos los cuales llenaron de hojas secas mas tierra amarilla y arena del río en proporciones iguales.Ordenó Oribio limpiar dos héctareas y envio pasto estrella de la India y lo hizo sembrar.Al cabo de un año envió u toro, cinco vacas, mil colinos de plátano y semilla de caña panelera para sembrar en los huecos los cuales ya estaban maduros.Diego hizo sembrar y en diez y seis meses hubo plátanos, guineos y bananos para todos lo que fue una bendición ya que varios indígenas habían muerto de hambre porque solo comían una especie de plátano que da la selva de manera natural pero es muy pequeño y no había suficiente.Diego les enseñó a cocinar el plátano y guisarlo con ají y los indígenas quedaron maravillados. Con las cañas maduras las hizo machacar con piedras y cocinar con agua y colar y entonces hicieron agua de panela. En los huecos también sembraron limones y ahora toman agua de panela con limón y plátano cocinado con ají. Oribio mando una atarraya, una fibra y unas barras de plomo. Las indígenas que son grandes tejedoras de fibras naturales de la selva hicieron atarrayas y se fundó la industria de las atarrayas cuando Diego les mostró como tirar la atarraya en un charco del río donde hay muchos peces que no muerden e anzuelo. Evelio hizo la primera pezca y capturó peces para llenar un canasto de unas seis arrobas. Cuando llegó fue la fiesta. Todos comieron pescado y todos querían atarrayas. Se suprimió el castigo con el fuete que envió Oribio y se implantó: Quien no trabaja no come.Actualmente hay un colegio de bachillerato, indígenas docentes, profesionales universitarios y regresó la FAO a enseñar a cultivar hortalizas porque ahora:¡ Si se puede!