No me importa si me lastima.
Si lanza sus misiles hacia mi,
si me clava un puñal en la espalda,
o si me deja tirada sobre el frío pavimento.
Jamás le desearía la muerte.
Quiero que viva.
Que viva tan feliz como si nunca hubiera vivido.
Que lo amen,¡que lo aprecien!
Oh Dios si es conmigo, con gusto lo haría.
Pero si no lo es, que viva cien veces mejor sin mi.
Que su vida sea plena y alegre.
El amor por él me ha quitado todo pensamiento negativo, sólo me destruiré a mi misma.
Pero, si él es feliz, también yo.
¿Como podría destruirme de otra manera?