I
Larva
Larva, abstracta larva, fantasmal cara malvada, la llama sagrada: la nada… la amada
larva. ¡Caray larva!, hasta para andar a rastras la mañana danza hasta la larga sarna
alarvada, la abraza, la sangra, la mata mas la ama; blanca larva, larva fatal. ¡Basta larva! Ya nada pasa… ya jamás saltará a la alabada cama la malvada, la chaparra, la
sangrada, la mamá… la amada larva.
¡Vas a ganar larva cansada! Abraza ya nada más a la maltratada paz, anda; acaba ya de matar a la avasallada alma, cala más alta vana larva.
II
El rebelde Téllez
El rebelde Téllez es ese endeble eje que embellece, ese es él. Célebre césped de
creyentes que leen en él deber, edén, querer, fé.
Rebelde decente, gente de leve ser. El querer desentenderse enfrente del hereje que
le ve es en él, el defender ser rebelde, ser terrestre. Ese Téllez es ese rebelde estrés que te estremece en el semestre, semestre de rebeldes que leen “El Che”. Detener, creer, crecer, ser, deber: es el membrete ser de este rebelde. Pepe depende del rebelde Téllez, peste que el celeste éter le teje enfrente.
Ser rebelde, es tener, ser vehemente, es beber té, vender, ver levemente… ser
rebelde es vencer perennemente. |