Debajo del aeropuerto de Denver, en el bunker de la elite se discute sobre el peligro que hallan más de trescientos millones de armas en manos de los ciudadanos de los Estados Unidos ahora que Estados Unidos se desploma y que más de veinte estados quieren independencia. Paul Skabrinsky dice:- es necesario desmontar la segunda enmienda que permite a los ciudadanos tener armas- -¿Cómo? Pregunta Anthony de la Reserva Federal. Skabrinsky responde:- La CIA se encarga- Sale de aquella reunión el encargo para la agencia. En Fort Langley ya han sido notificados. El director contacta al departamento de neuro que es como le llaman a la sección del uso sucio de las investigaciones neurológicas, de control mental y de hipnosis. Les pide que activen los conejillos que son personas intervenidas, aunque ellos lo ignoran, y que con una llamada telefónica activan una orden post-hipnótica y desencadenan un sicópata que mata en la vía pública tal y como está programado. Una vez en juicio nada recordará y su comportamiento será inexplicable porque no tiene antecedentes. Así murió recientemente un embajador de la OTAN a quien lo obligaron a lanzarse desde una plataforma en un aeropuerto mientras charlaba animadamente con unos amigos y quienes quedaron estupefactos. Con una serie de asesinatos de niños en las escuelas se aspira a que el público permita desmontar la segunda enmienda.