La circunvalación errática del motivo final,
justificaciones en la punta de la lengua,
para referirse a los insultos y los dones…
al pragmatismo evaluativo que descompensa la balanza de los hechos.
En lo humano no pierdes o ganas…
aprendes.
(Algunos lo llaman experiencia)
Sabes que lo sé,
que lo tengo muy claro,
no me es difícil lo complejo,
no rehúyo el problema.
Regatearle al destino es delicado,
hay que maniobrar bien,
sentir lo que no se siente,
accionar las válvulas precisas,
manejar el extremo,
ver el panorama total,
para averiguar las híper reacciones.
Luego torcer un detalle mínimo,
el definitorio marcador del quiebre planificado.
Con el tiempo te acostumbras al gesto,
muta hacia el acto reflejo…
ya no le temes a ciertas cosas.
Es la consecuencia del manejo de información supra – humana.
Acicalarte en el baño,
frente al espejo húmedo,
las gotas de agua cayendo por tu espalda,
en el relax del silencio tibio.
Entonces activo la secuencia lógica…
sientes un roce,
abres los ojos,
algo sucedió.
(La gente y sus prerrogativas comunes)
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