DIARIO DE UNA REPORTERA
I
Llegando a Milano respirè libertad, frustración y tranquilidad, pensè que las calles serían como las de Macerata, en cambio fueron escritas para convertirse en una ciudad luminosa, peligrosa, open ment, producida para la venta, el turismo y el trabajo.
Afortunadamente mi amgo Pepe me esperaba en el mismo lugar, decidí hacerle un truco imaginativo, fingí esperarlo en el mismo lugar, así que lo llamè y nos dimos el encuentro cerca a la tienda de ropas Lujo. Por ser reportera ad honorem, mi amigo, no me cobró alquiler si no màs bien, me ofreció el desayuno, el almuerzo y la cena gratis, en todos los días que estuviera viviendo en su minilocal. Agradecida estoy, por su puesto.
Mi oficio a veces no me trae ningún beneficio, simplemente satisface mi insatisfacción, por ello intentè persuadir a Pepe a què respondiera algunas preguntas, felizmente comencè como jugando y le pareció divertido. El se peinaba y botaba los últimos cabellos cogidos por el peine, yo desde la silla, lo observaba, es un hombre pequeño, de manos tristes, de mirada pensativa, oculta entre la sombra de una gorrita sus ojos hundidos. Su sueños son simples tal vez viajará a Holanda, se sentará en la estación de tren, verá cruzar a las personas, pasar los autos, los pullman y recordará como hace once años atràs, sin dinero, ni documentos tenía que sobrevivir, robando carteritas a unos cuantos gringos. La idea reportera, era comer, abrigarse la barriga y tener la conciencia limpia, es decir, acèptar que era una necesidad. Al final, había pagado cuatro mil euros a un amigo por viajar de ilegal y debía esperarlos una semana en la estación del tren, para tener un ingreso decente a Italia.
Brindamos Pepe?
Pepe bebe con calma el vaso de cerveza que le he servido y mantiene la cabeza colgada, pienso que desea estar callado, pero me atolondra con sus palabras finas, refinadas, directas, y me dice, escucha pe!, yo no soy huevón!.
II
Los inviernos no son como los de Lima, el rostro en vez de llenarse de humo se aclara por el frío, la nariz enrojece y lo trascendente que es el tiempo, corre. En Milano sus panaderías despiertan a las cuatro de la mañana. Pepe me invita a subirme a su moto, yo obviamente me protejo del frío, tres polos, una chompa delgada y un giubbotto para el frío. Me pongo el casco, mientras que èl conversa por celular con una amiga suya.
Milano se parece a Jirón de la Unión, varios áfricanos nos traspasan con la bicicleta, unos cuantos peruanos gritan de una vereda a otra, me siento en Lima. Paso por unos negocios típicamente limeños, Las Canastas, Norkis, Machupicchu. Pepe continua hablando y yo simplemente diviso a aquellas marroquinas con sus chalinas de colores sobre la cabeza. Una tienda latinoamericana tiene maniquies de ropa loretana, una mujer peruanísima pasa por la moto y nos sonríe, dos gay peruanísimos con lentes dolce gabbana, nos dice !Ciao!, y yo les respondo !Ciao!.
Pepe me deja cerca a la casa de mi amiga del alma, camino con mis maletas dos largas avenidas, llego a la plaza Firenze y decidó preguntar, me siento perdida. Voy por Corso Sempronio y sigo caminando, diviso a lo lejos tres casas de masajes juntas, una casa de juegos y un cine porno, Milano tiene todo, pienso.
Estoy perdida , decido preguntar, “al vigile” me dice de frente a la izquierda, camino, decido cantar.
III
Anna es una señora típicamente Milanese, de piernas blancas, pies finísimos, manos delicadas. Como bien lo demuestra la tradición, ella no deja de lado su capuccino, su dolce (dulce) y la pasta.
Es una niña grande, inteligente, ocurrente, filósofa, abre sus ventanas verdes y respira el aire de una mañana humeda. “Fa freddo”.
A veces se olvida de orinar, mi amiga que trabaja cuidandola, adivina sus inquietudes, dice que es un instinto. Anna ha mojado una de las colchonetas del sofà, nadie se enoja, nadie golpea, nadie piensa que fue el fin del mundo, màs bien, la invitamos a ir al baño riendo bailando el meneito.
IV
Por Vía Padova específicamente en via cavezzali, viví con mi amigo Pepe, dejènme contarles de la dimensión del departamento: es pequeñío, incómodo, no hay agua caliente. En el cuarto vive una mujer de contextura gruesa y piel morena, es peruana y fue profesora. Ella no quiere ser entrevistada y siempre habla de un examen que darà ante la Muncipalidad. Según Pepe, los sàbados y domingos se desbanda, va a sus fiestas a brindar con los amigos, luego viene a dormir cansada, ebria, sacude su camita, levanta una frazadra mal envuelta y se echa a dormir para calmar el cansancio, la risa. Al poco rato escuchamos ronquidos agudos con halitos de cerveza Moretti.
V
Debo entrevistar por segunda vez a Pepe, le pregunto, què haría si fuera Presidente, me responde mataría a todos, es una decisión bastante radical, respondo, Pepe no culminó la escuela, decidió dedicarse a vender platànos, a hurtar carteras en procesiones y recoger comida para cerdos.
Le pregunto despuès Pinochet o Fujimori?, Pinochet me responde. Argumenta sus ideas y no puedo escribirlas porque no llegan a ningún fin.
Una mariposa vestida de cucaracha camina debajo de mi cama, la aplasto, la recojo, la boto en la bolsa plástica. Otra mariposa vestida de cucaracha vuela, abro la ventana y la dejo huír.
VI
Me gusta Milano por una cosa, conocí el Palazzo Reale, fui a ver a Picasso a Pablo, a conocerlo personalmente, reconocí una cosa, la fuerza. A partir de sus obras, su mirada, su forma de concebir el mundo, intento descubrir lo descubierto, su extraordinaria particularidad. Pablo es Pablo!
Ingreso al patio del Museo Palazzo Reale, una cola larga, me obliga a ver el entorno del lugar, varias palomas se posan por algunas paredes, una pareja de recièn casados llega mientras otra recièn hace su entrada, la mujer trae puesta un vestido verde, pantys negras, es extranjera, su sonrisa blanca me recuerda a las chicas de la Filipinas, fuma su habano, se la ve encantadora, de pronto una paloma vuela a su alrededor, su compañero, un italiano alto y grande, la protege del frío, le coge las manos, mientras observo a la paloma volar a su alrededor, como queriendo jugar, de repente, sucede lo predescible, caga y cae sobre el saco negro de la amiga Filipina, por fortuna nuestra amiga bella, ríe como una paloma en pleno vuelo.
VII
Ingreso al Museo, pago los siete euros y cincuenta, soy estudiante, tengo descuento, miento, sigo a un grupo de personas, tienen una guía menudita, ella explica la vida de Picasso, no alza la voz, posee auriculares, yo atino a juntarme, creo que la incómodo, no importa mucho y la sigo, pasamos por varias imàgenes y vemos un pasaje, en la que Pablo Picasso crea una obra. Aparentemente està concentrado, aparece con su polito a rayas negras, en un patio durante su estancia en Francia, piensa, diseña,une, crea elementos. La guía nos traslada a un salon altísimo, hay luces blancas, que iluminan la instalación, me siento como quièn descubre otro mundo, una cosa importante, comienza a contarnos de la Guarnica.
VIII
La Guarnica y Dora Maar, Picasso tuvo muchas mujeres en su vida, no hay que verlas solo por el lado rosa, explica la guía, yo en cambio pienso en el lado rosa, me imagino a Picasso desnudando a cada una con la mirada y siendo èl ante ellas un minotauro, un animal indomable en su laberinto.
Cada mujer, explica la guía, influyo en la obra de Picasso; su relación, su forma de ser, de sentir , en este caso, Dora Maar , tuvo una relación directa con la Guarnica, ella fue quièn a travès de la fotografía, manifestó sus ideas, pensamientos y dolores, sobre la guerra, la invación, el sufrimiento.
De la Guarnica veo fotografías, la guía habla màs lentos y bajo, debo acercarme a su lado derecho, dice que fue pintada en una tela oscura. Es una obra compleja, pintada por etapas, nos muestra las fotografías que Dora Maar presenciara durante la creación de la pintura.Como si constituyeran los siete días en que se construyó la humanidad.
En la obra es posible ver a mujeres, hombres, niños, mujeres embarazadas, con la boca abierta. Si se observa acuradamente es posible revelar dos connotaciones de la luz, una artíficial otra natural, la guía dice, que es la interpretación del artista sobre la esperanza dentro de la guerra.
Dora Maar, la mujer que llora, es la musa y la testimonio de lo cruel y despiadada que puede ser la realidad. Ánimemos a tener esperanza, a pesar de los gritos y el dolor, eso nos dice Picasso, con la Guarnica.
IX
Picasso es un surrealista, realista, hace el colage, es litógrafo expone sus ideas, escribe, ama intensamente, traiciona proficuamente, utiliza su mente para crear, divertirse, erotizar, odiar, aborrecer, impaurire, amar, es el Minotauro.
X
La guía de manera pública y cortèz, me invita a abandonar la comitiva, es un grupo organizado y limitado me dice, lo hace de una forma apropiada y pública, todos saben que soy una intrusa, me atormenta su tranquilidad, aquellos eurepos descubrieron mi inmersión clandestina y yo solamente respondo con un “va bene, grazie”
XI
Es hora de la pizza, comí dos pizzas pequeñas, Davide el jefe de Pepe, las hizo deliciosamente, aunque yo prefiero las de Macerata.
La vida es una canción, dicen algunos, la vida es la oportunidad, la vida es un desastre, la vida es corrupción, la vida es un sueño, la vida es responsabilidad, la vida es amor, la vida es lo que siempre será una experiencia corta.
XIII
Se me ocurre idear a Milano como una mujer o un hombre o un dios/sa sin sexo, diseñando una creación con una anatomía llena de colores, un colage como los que creaba antes de llegar a Italia, en mi cuaderno de apuntes anaranjado.
Me imagino ademàs estar acompañada de mi perra Sharon, masticando maíz las dos, con un poco de chicha para luchar contra la indigestión y tambièn contigo, si acaso leyeràs mis memorias, monstrándote lo simple que puede ser mi vida, pero esto te lo dirè en persona, en esa tarde de otoño, en aquel parquesito triste, donde yo te ví por primera vez con esa casaquita azul, bien chevere, veinte años atrás.
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