SOLEDADES
No hay luz, todo es silencio.
Me encuentro nuevamente conmigo mismo.
Pienso en los días, semanas y meses pasados
Y me siento extraño, extraño pero calmado;
Es como una experiencia inconclusa
Y me queda la sensación de que fue algo irreal:
Un sueño interrumpido en la madrugada,
Una realidad truncada por un sueño.
La miro y no está, la busco, no la encuentro.
Fue un saludo y una despedida que se pierde
Con el eco de la noche al atardecer la mañana.
Es a cualquier hora en que la recuerdo:
Su mirada quieta, su respirar sereno, lejano.
Me tiende la mano y no la alcanzo, la pierdo.
Todo está en silencio, todo está calmo.
No temo la soledad, la conozco, la busco.
Pero plantó una semilla de palabras y sentires.
Yo amo mi soledad y amo sus palabras tiernas.
El sonido de su voz quedó grabado a fuego
En los dos o tres minutos en que hablamos.
¿Fue un adiós? No lo se, ni lo pienso saber.
Fue un espejismo que se perdió en la llanura;
Es una sensación de dulzura que en mi alma,
Se ha mezclado con los latidos de un canto,
De un poema escrito en la madrugada,
Que me dice, quiero, te quiero… pero tengo que partir.
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