El árbol de la Humanidad
Érase una vez un arbolito que comenzó a nacer, y en aquél tiempo, en cuánto comenzó a crecer no había prácticamente nada. Y es por eso que cuando estaba un poco grandecito, al verse solo, lloraba, y lloraba y lloraba, todos los días lloraba diciendo para si mismo, no tengo amigos. De repente algo surgió algo al lado de donde estaba, y era una planta que comenzaba a nacer, al día siguiente otra, y así sucesivamente hasta que rodearon al arbolito. Pasados unos días y viendo que tenía compañía, comenzó a sentirse feliz, pero, fueron pasando los días y veía que las plantas que lo rodeaban crecían más rápido y más fuerte que él, y no solo eso, también comenzó a debilitarse. Pasados unos días, una mujer mayor, muy mayor, paseaba por el campo recogiendo algunas hierbas y también algunas flores, y al pasar por donde estaba este arbolito, algo le llamo la atención, pero siguió andando, hasta que de repente volvió la cabeza, y de nuevo la giró y siguió andando, pero se paró y miró de nuevo, se quedó un rato parada mirando y se fue hacía unas plantas bien altas, cuando llegó, metió las manos entre las plantas, las abrió y aunque el arbolito estaba casi sin hojas y debilucho, dijo, pero que bonito, menos mal que te he visto. Se agachó y comenzó a arrancar las plantas que lo rodeaban, y cuando terminó de arrancarlas le dijo, todo lo que tenías al lado y he arrancado era mala hierba, menos mal que te encontré, sino te destruyen. Al cabo de unos días el arbolito de había llenado de hojas, y crecía sano y fuerte. Hoy aun vive ese árbol, y de nuevo rodeado de las mismas plantas de cuando era pequeño, y la mujer que le ayudó en su momento ya no esta.