Agustín era mi abuelo y, para él, todo, hasta lo más obvio, debe someterse a revisión permanente. Ni el mundo en que vivimos es verdad. En realidad Agustín no era mi abuelo, mi abuelo era Lisandro y él era su hermano y entre los dos le hicieron a mi abuela mis 22 tíos. Por eso cuando leí El retorno de los brujos de Jacques Bergier y Louis Powels nada de lo que contaron me sorprendió pues Agustín ya me había contado cosas similares. Digamos, que para mí, el libro fue la continuación de los relatos de mi abuelo.
Para Agustín estamos dominados por esclavistas pero esos esclavistas tienen que combinar el engaño con la violencia. Por ello ningún gobierno es bueno. Admitía, sin embargo, que hay unos más buenos que otros. Cuando los esclavistas advirtieron que era difícil aceptar para los esclavos las formas de gobiernos que se venían implementando entonces aparecieron el periodismo y la tal democracia. La democracia, en realidad decía, era votar por el sí o sí y por candidatos que ellos mismos ponían. Me ejemplificaba que en Estados Unidos no es lo mismo candidatizarse a la presidencia con un presupuesto de un dólar que con 10-000 millones de dólares. Los banqueros y los financieros son quienes ponen presidentes. Cuando esos presidentes cuestionan a esos banqueros como sucedió con John Fitgerald Kennedy cuando increpó a la reserva federal ellos mismos que le nombran su escolta le organizaron la matada. Creo que mi abuelo tenía razón porque yo oí en una reunión de indígenas que uno de ellos contaba que un indígena de los Kogui increpó a Barak Obama en una reunión privada porque estaba destruyendo el mundo. Barak guardó silencio ….y muy prolongado y luego, como para poder respirar le dijo que su mayor deseo era retirar las tropas de Estados Unidos de todo el mundo pero que había gente, que Estados Unidos, mandaba más que él.
El mayor engaño son, dijo, los partidos políticos. Los han dividido entre partidos de derecha y de izquierda. Puras mentiras, señalaba. La Unión Soviética y los países socialistas fueron un engaño pues cuando ya no les sirvió más el engaño los desmontaron sin ninguna dificultad. Se burlaba mucho de los españoles que no caen cuenta que cuando se gasta un gobierno de izquierda entonces ponen uno de derecha y el pueblo siempre entrompa y cae. Me ponía de ejemplo la agria controversia que mantenía el gobierno de Chávez con Colombia y bastó con una visita de Jimmy Carter que es el mensajero del nuevo orden internacional a Correa para que Correa y Chávez se cogieran de la mano de su peor enemigo Juan Manuel Santos. Por ello el socialismo del siglo XXI es un engaño más. Es solamente unas cuantas zanahorias para el pueblo para acomodar la gobernabilidad.
Era tan ácido mi abuelo que acomodaba a Almenayad y al papa al lado del nuevo orden internacional pues citaba apartes de discursos en donde ambos hablan del nuevo orden internacional. Me decía que, aparentemente, Corea del Norte es enemiguísima de Estados Unidos pero que si uno consulta Corea del Norte es miembro destacado del Fondo Monetario Internacional.