Galopa en corcel
por la llanura plateada,
y son sus cascos fuego
y su crin azabache.
El polvo que sus patas levanta
cubre el cielo y las nubes
y no dejan que el Sol
con sus rayos lo cure.
Los picos están nevados
y la hierba fresca y crecida...
Pronto bajará el agua que el corcel beba
para saciar su angustia;
dormir en la hierba
y soñar con Maria...
Mas no galopará para siempre:
su fuego se apagará
y solo quedará como recuerdo
su crin de pelo negro
y su cuerpo marchito de odio.
El agua romperá tu cerebro
que el hielo congelará para siempre;
y tu sueño en la hierba
no será fresco sino caliente.. .
Y para que no sufras,
pobre corcel desgraciado:
duerme,
duerme eternamente.