“Soy solamente una función más, un esquema, un delicado proceso biológico. Me han enseñado que somos impulsos, estímulos. Me han tratado de explicar mis emociones, con reglas y definiciones que nunca terminare de entender en vida. Soy sociedad, todos mis movimientos tienen explicación, todas mis palabras son ideología. Vivir tiene un coste, carne y espíritu no comparten un mismo destino. Allí, donde predomina lo salvaje, donde la naturaleza no se somete al talento destructivo del hombre, la sociedad solo es el recuerdo de uno mismo”.
“Mientras más exista entre ustedes, mas hombre seré y menos libre viviré. Pues esta libertad siempre tendrá un terreno, un espacio más o menos lujoso donde pertenecer. Delimitado por materia sin sustancia, por valores primitivos refundados en ideas modernas. Hay una belleza tirana, que nos atrae a su seno. Y cuando el vacio comience a palpitar en nuestras mentes, su belleza será la única cura que sanara los espasmos”.
Han hablado de mi huida, me han señalado de cobarde, aquellos a quienes más quiero. Pero conforme se perdían en el camino, ya nadie señalaba. Parafraseando a Aristóteles: “Fuera de la sociedad, el hombre solitario es una bestia o un Dios”. Bajo un cielo plagado de estrellas, en la intemperie de mis sentidos, rodeado por la nada… ¿Quién soy? Ya nadie camina a mi lado, ya nadie podrá juzgarme, dejare de ser la realidad en la mente de otras personas, seré solo yo mismo, en ausencia de todo significado. Si existe un Dios que acompañe mi andar, seremos Él y yo los únicos caminando por este mundo.
Uknown Writer (04-02-2012)
|