La abeja no ama la flor. La usa.
Solo la preña constantemente.
Su pasión es una furia,
de ovúlos y esperma esperanzados.
Solitarias cartas de amor volando.
Pétalos perfumados .
Descuidos desvariados.
No se trata de explicar alas y eyaculaciones.
Tampoco que al comerte, te alimento.
Ni decirte que nos polenizamos.
Nos fagocítamos. Nos preñamos.
Cada ves que a los ojos nos miramos.
O tus pétalos son míos
O los míos son tuyos.
La abeja no ama la flor . La usa.
Y uno de los dos es la abeja.
Y uno de los dos es la flor.
Y nos preñamos de pasión.
Tú y yó. Petalos perfumados.
Solitarias cartas de amor volando.
Descuidos desvariados.
Texto agregado el 28-11-2012, y leído por 195
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